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Importante tarde de Juan Pablo en GDL (video)

Domingo, 30 Oct 2016    Guadalajara, Jal.    Felipe Aceves | Foto: Memo Sierra           
Paseó la única oreja de la tarde

Qué caray. La tarde era primorosa. Fresquita. Soleada. Sin brizna de viento y una buena asistencia en los numerados de sombra; pero qué caray... de no haber sido por el par de faenas importantes del torero de Aguascalientes, Juan Pablo Sánchez y un par de buenos toros de Torreón de Cañas que le correspondieron en el sorteo, nos habríamos ido a casa con un sabor a decepción en la boca.

Y mire que se le tenía fe al encierro de Torreón de Cañas, si nos atenemos al juego que había mostrado, tanto en ésta plaza, como en otras del país.

En fin; que un par de toros, uno con trapío -el primero de la tarde- y otro además con imponencia, el lidiado en cuarto sitio, nos han permitido saborear el buen momento por el que atraviesa el aguascalentense, Juan Pablo Sánchez.

Al abre plaza, "Corregidor", un espectacular castaño, jirón, bragado corrido, acucharado y astifino de cuerna, Juan Pablo lo entendió a la perfección. Desde los primeros lances templados, por los que estallaron los primeros olés, hasta la estocada pecaminosilla -por la colocación, vaya- los tendidos arroparon a éste espada quien, poco a poco, se convierte en un consentido de Guadalajara.

De hecho, los tapatíos le llamaron al tercio al terminar el paseíllo; pero él, cortesmente -algo que a mí no acaba de gustarme- tuvo el detalle de invitar a sus alternantes. Hombre, como si ellos también hubiesen bordado -e indultado- un toro de Los Encinos. Pero bueno, cosas de los nuevos tiempos.

Al de Torreón de Cañas, Héctor Cobos lo picó y midió soberbiamente, para que en el toro brotara mayor entrega de la que había mostrado al inicio de la faena. Cabe mencionar, que le faltaba un punto de emotividad, más también cabe decir que ésta la aportó Sánchez. En el tercio de muerte inició con mucha solvencia, -no exenta de calidad- en el toreo por bajo con rodilla flexionada, realizar un emocionante cambio de mano por delante, con el que le aportó una dimensión a un muletazo, que ahí quedó.

Volvió a la mano diestra, con la que ligó un pase de pecho monumental. Pronto halló la distancia exacta, por lo que, a pesar de resistirse, el toro no tuvo otro camino que acudir, una y otra vez a la muleta en la diestra, en un par de series que arrancaron las ovaciones más sonoras hasta ese momento. Una tanda con la izquierda -el lado menos bueno- para rematarla con un molinete a lo "Pana" y volver con inteligencia a la diestra.

El toro había cambiado de lidia; sin embargo, Juan Pablo supo entenderlo, y luego de otra serie templada y con ritmo, le cuadró para volcarse en el morrillo  dejar una entera defectuosilla, que a un sector del público soleado, no le gustó, y ante la petición que fue mayoritaria, menos los del sector ese que le mencionó, don Arnulfo Martínez, no tuvo otra opción que sacar el pañuelo. Los de sol pitaron -están en todo su derecho- pero la faena había sido rotunda.

Al cuarto de la tarde, un ejemplar con seriedad, Sánchez no le dudó ni un instante. "Rey Moro" no humillaba mucho que digamos; pero luego de un gran puyazo de Héctor Cobos, quien guardaba la puerta; pero por un fuerte tumbo a su hermano Juan, a la sazón en la contra querencia, el toro recordó su bravura y sacó a flote más virtudes, bien capitalizadas por el primer espada.

En banderillas, Alejandro Prado adornó en sendos pares, con elegancia eficaz el morrillo del astado. Claro -y cómo no- que dejaron un ambiente calientito para que Juan Pablo iniciara por alto de hinojos su trasteo, y ahí mismo cuajara una serie por la derecha y de pie rematara con uno de pecho kilométrico. Le siguieron más series con la diestra, cada una de ellas, con temple ritmo y justeza en su duración.

Claves fueron las pausas en la construcción de la faena; porque propiciaron mayor duración en las embestidas. Desgraciadamente, a la hora de ejercer con la toledana, la puntería falló y el espadazo se fue muy abajo. Ahí sí que ni modo. Lo bueno es que, con mucha justicia, el público le hizo dar una vuelta al ruedo entre prendas de vestir y el cariño de los tendidos de la Nuevo Progreso. Juan Pablo Sánchez, ya es consentido de ésta plaza.

El de Teocaltiche, avecindado en Aguascalientes -dirían los antiguos- Arturo Saldívar, no las tuvo todas consigo. Si al primero de la tarde, le faltaba emotividad, al segundo le faltó aún más. Saldívar tuvo la disposición que hacía falta; pero las descastadas embestidas de Carlomagno, en nada ayudaron a la labor del torero.

Aún así, Arturo consiguió dos tres pasajes que emocionaron a la parroquia. Un par de dosantinas con la izquierda, y un natural, con una lentitud pasmosa aguantando más que Marilyn Monroe. Al quinto de la tarde le faltó presencia, que destacaba más, ya que el previo fue el de más romana del encierro. A fe buena que el jalisciense lo intentó. Mala suerte. Ni modo.

Se presentó el espada ibero Ginés Marín ¿Fortuna? No... ninguna. El tercero de la tarde -muy en el encaste mexicano- desentonó con el resto, muy en toro español, le pusieron las cosas muy cuesta arriba. Encima, también fue descastado, topón, y corto de recorrido. El sexto, con mayor romana e imponente de trapío, también le puso las cosas complicadas. De que Ginés se entregó, no hay duda. Que mostró que es un muy buen torero, por supuesto.

Con la muleta, yo destacaría, un par de péndulos muy ceñidos en la boca de riego y un par de redondos sobre los talones. Quietud, buen toreo y mucha entrega es lo que Marín hoy dejó en claro. Hay que verlo en otra tarde, en la que seguro tendrá mejor suerte. Escuchó pitos en su primero y un aviso en el segundo de su lote, al que trató de pasaportar en la suerte de recibir.

Ficha
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Primera corrida de la temporada. En tarde soleada y sin viento. Seis toros de Torreón de Cañas, terciados, entre los que destacaron el primero y el cuarto, que fue aplaudido a su salida y en el arrastre. Al resto le faltó emotividad y trapío al tercero. Pesos: 480, 495, 480, 540, 475, 530 kilos. Juan Pablo Sánchez (malva y oro): Oreja con división y vuelta. Arturo Saldívar (turquesa y oro): Silencio en su lote. Ginés Marín (azul cielo y oro): Pitos y silencio con aviso Incidencias. El piquero Héctor Cobos fue ovacionado en el primero y en el cuarto de la tarde. Y el banderillero Alejandro Prado fue llamado al tercio en el cuarto


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