Estaba por terminar el siglo pasado cuando Pablo Suárez Gerard adquirió el hierro y la divisa de la ganadería potosina de Santa María de los Alamares que fue fundada en 1982, misma que trasladó bajo el nombre de Campo Hermoso, en 1998 a San Miguel de Allende, Guanajuato, lugar donde pasta en la actualidad.

Desde entonces, hace ya 22 años, que comprometido por su amor a la fiesta de los toros, don Pablo ha trabajado con verdad y ahínco todos los días en su rancho, superando con creces las rachas de sequía que le presenta el semi árido suelo de Guanajuato, como el de ahora, donde hace casi dos años que no llueve como un ganadero de bravo espera.

Aún sí, Dios ha estado de su lado, ya que trabajo y recompensas no le han faltado al dedicado ganadero. Este año, a causa de la pandemia, Pablo ha tenido que aguantar y alimentar en su rancho cinco encierros, a la espera de que se levante este infortunado suceso.

A la par, 180 vacas de vientre se distribuyen en la extensión territorial del rancho "Ojo de Agua", dando crías y esperanzas de triunfo a su ganadero.

Un triunfo para él significa también que el apoyo decidido que le ha dado a los novilleros logre cuajar en toreros que han de dar la pelea y sostener la baraja taurina mexicana.

"Hay gente que no conoce mi trayectoria como ganadero, ni como persona. Hemos hecho un esfuerzo muy grande para tener a jóvenes novilleros a los que he tratado de apoyar como he podio".

Se recuerdan aquellos primeros años entre 2002-2003, cuando a la ganadería de Campo Hermoso llegaron a torear con cara de ilusión aquellos jovencitos de Tauromagia Mexicana, dirigida por Enrique Martín Arranz y Carlos Neila, de donde salieron luego toreros importantes.

"Los primeros tentaderos fueron en mi casa, con esos chamacos que empezaban a torear como El Piti, El Canelo, Arturo Saldívar, Mario Aguilar, Oliver Godoy y El Payo, entre otros.

Siempre he tenido una preferencia por darle oportunidad a los muchachos. La verdad que hay que apostar por ellos y hoy estamos en un tema de apuesta, si no tenemos una baraja mexicana de toreros bien puestos va a ser muy complicado que esto siga", auguró Suárez Gerard.

Hace unos días, en su finca, Pablo llevó a cabio una gesta para un torero: una encerrona de 12 toros, divididos en dos días, para un torero en potencia, el novillero lagunero Arturo Gilio hijo.

"Estoy contento con este experimento, esta hazaña, ya que tuvo gran difusión en las redes sociales y hemos tenido más comentarios buenos que de otra manera distinta. Estamos para jalar, para que la fiesta de los toros siga adelante, esa fue un botón de muestra", dijo el ganadero.

Ya decíamos adelante que la pandemia ha hecho lo suyo y, de esos encierros que tiene en el campo hay una corrida de la línea mexicana que estaba reseñada para la Feria de Aguascalientes, que en pocos días también será lidiada a puerta cerrada en el rancho.

Esa la matarán los también jóvenes matadores Antonio Lomelín, el torero local Francisco Martínez, Antonio Mendoza, el novillero Cristian Antar y dos más por confirmar.

"No hay otra, la apuesta acá es al futuro. El futuro tiene que ser 100 por ciento hacia los jóvenes, (no es que un Joselito, Payo, Saldívar, Flores no sean jóvenes, aclara) la verdad que todos son jóvenes, pero para mí lo más importante es que tengamos una baraja taurina mexicana muy sólida.

Yo no soy de los que creen que debemos basar nuestra fiesta en los toreros españoles, la verdad que salvo uno o dos toreros españoles los demás se llevan el dinero, sin llevar a nadie a la plaza y eso me parece muy cruel para los toreros mexicanos. A estos muchachos lo que les falta son oportunidades, por más que los inviten a tentaderos no es lo mismo estar frente a las vacas, que torear un toro con 500 kilos", afirmó.

Una vez dicho esto, el ganadero habló del tema de la encerrona que le preparó en dos días a Gilio:

"Como tenemos en el rancho cinco corridas de aquí a Carnavales del 2021, tomé la decisión de invitar a Arturo Gilio a lidiar las dos corridas del encaste Domecq que tenía, en una hazaña de dos días. Era un reto enorme para Arturo que está apneas comenzando, pero con una cabeza muy lúcida, pensando en la cara de los toros con muchas facultades y mucha técnica y quise poner mi grano de arena en la preparación de este muchacho", dijo.

Con ojo crítico de ganadero dijo que vio "extraordinario" al novillero.

"Es un muchacho que trae unas facultades físicas impresionantes, ya que para torear seis en un día y seis en otro día lo cumplió a cabalidad. Después, en lo técnico y en lo artístico como torero, gran torero. Pensando en la cara de los toros, faenas variadas, hubo toros facilones como hubo otros más complicados y la verdad que les pudo a unos y a otros. Yo lo veo muy bien, si lo seguimos apoyando, por las características que tiene Arturo, puede ser un contrapeso con un Andrés Roca Rey", aseguró.

Al final, comentó que como ganadero quedó muy satisfecho con lo logrado.

"Cuando hace uno este tipo de gestas terminas por no gustarle a todo mundo, por una u otras razones. La palabra envidia es muy desafortunada pero muy recurrente. Hubo comentarios de todos, pero solo les recuerdo que si ha habido una ganadería en los últimos tiempos que haya invitado a jóvenes novilleros y escuelas taurinas a echarles vacas en turno y tentaderos exclusivos para ellos, ha sido la mía y lo he hecho desde siempre, para muestra ahí está lo que hicimos con Tauromagia Mexicana en los años noventa", finalizó.