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"Me gusta improvisar": Eduardo Neyra

Martes, 30 Jul 2019    Monterrey, N.L.    Martín Banda | Foto: Archivo   
Habla del triunfo conseguido en la Plaza Arroyo el sábado pasado
Con apenas cuatro novilladas formales, desde su debut en marzo de este año, Eduardo Neyra vivió un fin de semana agitado, pero de triunfos fuertes como los sueña cualquier torero. El novillero duranguense esperó con ansias su presentación en la Plaza Caliente, de Tijuana, donde se le anunció en el tercer festejo del serial, y con una actitud de pelear afanosamente el triunfo a sus alternantes, pudo salir hombros tras desorejar a un ejemplar de Los García, divisa hermana de El Vergel.

"Mi novillo fue de menos a más y siempre fue rompiendo para bien", relató el novillero, recordando aún la noche como si fuera ayer, "mi faena fue variada y la gente respondió muy bien, la verdad que el público tenía ganas de que alguien triunfara y se entregó conmigo, y como lo maté bien, la gente pidió las dos orejas".

Antes de eso solo había toreado un festejo en la San Marcos de Aguascalientes, el día de su debut, el 10 de marzo, y una más el 12 de mayo en La Florecita. Con todo y el cambio de horario, Neyra apuró su regreso en el último vuelo a la Ciudad de México a la 1 de la madrugada del día siguiente, pues debía presentarse en la Plaza Arroyo ese mismo día.

"Sí estuvo muy cansado ese ajetreo, pero son de los que satisface, de los que queremos todo el año, estar para arriba y para abajo”, apuntó.

Ya en Arroyo, ante un encierro de San Martín, y en presencia del ganadero Juan Pablo Bailleres, el novillero de la Comarca, nacido el 7 de febrero del 2000, volvió a estar inspirado y de no ser por la colocación de la espada, hubiese cortado otras dos orejas.

"Los cuatro novillos me gustaron, tuvieron clase, nobleza, calidad y bravura. El mío me gustó mucho y aunque estaba algo nervioso la gente de México agradeció mi actitud. Realicé otra faena variada y la gente se portó muy bien, se me entregó y reconoció todos mis esfuerzos. Pude haber cortado las dos orejas, pero maté de media estocada y sólo corté una oreja de mucho peso", dijo.

Radicado en Aguascalientes desde hace dos años, Neyra vive en casa con su hermana, pero entrena todos los días en la Escuela de Espectáculos Taurinos, bajo la tutela de sus maestros, Héctor de Granada y Juan Antonio Adame "El Bala".

Consciente de que en la actualidad la situación está difícil en el medio, sus papas le condicionaron irse a vivir a Aguascalientes, pero sin dejar de lado sus estudios universitarios.

"Estoy estudiando la licenciatura en Administración de Empresas, algo que además de ser una carrera sólida, también me sirve para tener una conversación con un matador de toros, un ganadero o un empresario", agregó.

"En materia taurina mi preparación ha sido intensa en el campo, ya que de enero a la fecha llevo 38 tentaderos, es un número importante para asimilar las cosas y a la hora de estar en el ruedo hacerlas correctamente".

Neyra cuenta que su abuelo paterno fue novillero en la región de Los Altos de Jalisco, pero al conocer a la que sería su esposa, se enamoró perdidamente y tuvo que dejar los toros a petición de su amada. "Él sólo pudo convertir en buenos aficionados a mi papá y a mis tíos, quienes me apoyan incondicionalmente en mi carrera como novillero", precisó.

Su toreo, por ahora, trata de tener sello propio: "Me gusta interpretar un toreo que tenga improvisación, que sea variado. Admiro a los toreros que son clásicos, pero esto es un espectáculo que tenemos que dar a la gente y me gusta que estén con esa incertidumbre de qué es lo que va a pasar, qué voy a hacer, por eso digo que me gusta tener variedad".

"Algunas veces me han salido cosas espontáneas que posiblemente en los entrenamientos no lo hago, como las arrucinas o las bernardinas. En el momento me nace hacerlas y es bueno lanzar la moneda al aire a ver qué pasa; yo mismo me sorprendo de que sí soy capaz de hacerlo".

En el poco tiempo que tiene de radicar en Aguascalientes, Eduardo conoció y entrenó muy de cerca con el recordado Mario Aguilar, a quien admira por sus enseñanzas. "Tuve la oportunidad de entrenar los últimos seis meses con él y estoy muy contento de que haberle aprendido muchas cosas como torero y como persona", comentó.

Por ahora, Eduardo Neyra espera seguir avanzando en su preparación y de seguir aprendiendo de la orientación de sus maestros que son los indicados para determinar los pasos que habrá de dar en el futuro. "Estoy muy agradecido con la empresa de Espectáculos Taurinos de México y con mis maestros por al apoyo que me están dando", puntualizó.


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