Eran otros tiempos, en México, el monumental coso de Insurgentes apenas había cumplido un año de su fundación, mientras en España, el Monstruo de Córdoba, Manuel Rodríguez "Manolete", se convertía en leyenda en aquel trágico agosto de 1947,  años para recordar.

Apenas unos meses antes, el 8 de abril de ese año, en Jerez de la Frontera, en la región sureña de Andalucía, vio la luz primera Juan, el segundo hijo de siete hermanos de la familia López Gaona, en el taurinísimo Barrio de los Toreros, muy cerquita de la plaza.

A sus 71 años, Juan Gaona, nombre artístico que utilizó como novillero en sus años mozos y luego como consumado subalterno entre los toreros de plata, no ve lejana la posibilidad de alcanzar su sueño de convertirse en matador de toros y para eso ha viajado a México en este invierno.

Yo he venido con mucha ilusión a ver si podía ser aquí en la México, porque a mí me gusta apostar, creo que tengo condiciones, físicamente estoy bien y en los toros hay que apostar en los sitios importantes.

He toreado en las plazas importantes como Sevilla, Madrid, Palma de Mallorca, y es ahí donde si uno tiene algo de figura del toreo es donde hay que sacarlo todo, en las plazas de toros, en los sitios importantes, por eso es por lo que estoy aquí con mucha ilusión a ver si se contemplaba mi alternativa en la México", afirma con seguridad el torero andaluz.

Desde que llegó con el pretexto de conocer por primera vez México y su temporada grande, Juan se ha estado entrenando en la plaza, con la esperanza de que, si no es en La México, se logre amarrar su alternativa en otro coso como el de Puebla, por ejemplo, donde sabe qué hace algunas semanas Curro Plaza tomó los trastos.

"Quien me ve se puede ir de espaldas en cuanto sabe mi edad. No es fácil, es raro que con esta edad tenga esa ilusión, esas ganas y esa capacidad",comenta.

Con ese acento tan característico de los sevillanos, Juan señala que ya habló con Mario Zulaica, quien de hecho tuvo "su currículum unos días en su despacho" y quien, no obstante, supo apreciar su buen toreo, lo desengañó de pronto al decirle que ya está muy avanzada la confección de la segunda etapa de la temporada y que no se darán otras corridas postineras, pues se ligarán de inmediato con una serie de novilladas.

Cuenta que ni a su madre, Rosario Gaona Contreras, de 96 años, ni a su hijo Juan de 30, aficionado no a los toros sino al motociclismo, les ha dicho que viajó a México con la ilusión de torear.

"Ya sabe usted lo mal que la pasa la familia"…

Amigo de Enrique Ponce y de su paisano José Antonio "Morante de la Puebla", con quien llegó a torear como subalterno cuando este era novillero, Juan anhela que alguno de ellos dos sea quien le ceda los trastos de su posible alternativa.

Cuando Rafael de Paula apoderó a Morante hace algunos años, el maestro le dijo. "sería bueno darle la alternativa", refiriéndose a él, a lo que Morante le contestó a De Paula: "cuando usted diga, maestro".

Otra ilusión que tiene el sevillano es que, si ninguno de los dos peninsulares puede oficiar de padrino, entonces que fuera Diego Silveti, por el cariño que Gaona siente luego de haber alternado con David Silveti, cuando novillero en 1977 en Sevilla.

"Tengo el billete de regreso a España para finales de este mes, pero si surgiera cualquier cosa ya demoraría mi viaje. Estamos intentando a ver si en Puebla que dan corridas o en otras plazas de segunda pudiera ser, estamos tratando a ver si conectamos con alguna empresa".

De convertirse en matador de toros a sus 71 años, quizá estaría implantando un récord.

"No lo hago por un récord, lo hago porque me encuentro muy bien, tengo la capacidad suficiente para demostrar lo que llevo dentro, esa es mi intención, no es otra, demostrar a los aficionados de aquí de México las condiciones que tengo como torero.  Estoy siempre preparado, para mi torear es una ilusión muy bonita que me hace vivir, vivo por y para el toro, la vida no la concibo sin el toro", finalizó.