Emocionante fue la actuación del joven espada mexicano Luis David Adame el pasado jueves en Las Ventas de Madrid, donde se encontró con un muy buen toro jabonero de Juan Pedro Domecq y terminó por cortarle una oreja ganada auténticamente a ley.

Cierto es que el ejemplar mostró cualidades importantes, como movilidad y transmisión, esa que viene de la bravura.

Sin embargo, hay que estar a esa altura, pues un toro así resulta un arma de doble filo y puede llegar a dejar mal parados a aquellos toreros que no están preparados para enfrentar un reto de esta magnitud, sobre todo en la primera plaza del mundo y con la natural exigencia.

Comentarios hay muchos, pero el veredicto de la afición madrileña fue unánime y la petición mayoritaria obligó al presidente (como se le llama en España al juez de plaza) a conceder el trofeo, cuando daba la impresión que se hacía el "remolón" para otorgar el apéndice.

La estructura de la faena y de la lidia completa desde que se abrió de capa fue prácticamente por nota, lo cual también ayudó a potenciar las virtudes del de Juan Pedro Domecq, al que le recetó muletazos limpios por ambos pitones en una faena que no perdió el interés.

Y si la afición en los tendidos comenzó un poquito fría, poco a poco fue "metiéndose" en la faena del joven matador mexicano, que estaba disfrutando cada pasaje de una labor que, desde nuestro punto de vista, no se quedó lejos de una segunda oreja que hubiera abierto la Puerta Grande de par en par.

Creemos que si la estocada hubiera quedado en mejor colocación, la petición para una segunda oreja pudo ser fuerte. O al menos eso pareció desde la transmisión  que vimos desde México.

Siempre es un orgullo ver a un paisano triunfar en el extranjero, máxime si es en la catedral del toreo internacional. Y aunque Luis David tuvo buena parte de su formación en España, muestra elementos de una tauromaquia muy mexicana, como la variedad en su ejecución capotera o el intentar plantear largas series de muletazos.

Esa extensión en el trazo también dice mucho de este joven que poco a poco va ganando cartel en Europa. Este triunfo debiera ser punta de lanza para verlo en un mayor número de corridas del otro lado del Atlántico e ir consolidando una carrera que, desde su etapa novilleril, pinta interesante.