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Historias: El Zar del Bajío

Miércoles, 01 Nov 2017    CDMX    Francisco Coello Ugalde | Foto: Archivo   
"...recordar hoy a este interesante personaje..."

De acuerdo al siempre bien informado libro "Efemérides Taurinas Mexicanas", de Luis Ruiz Quiroz, publicado por Bibliófilos Taurinos de México, A.C., en 2006 tenemos el dato de que el 1 de noviembre, pero de 1913, nace en Celaya, Guanajuato, el futuro empresario taurino Antonio Sabater (su muerte ocurre el 8 de octubre de 1994).

Por tal motivo, y con objeto de recordar hoy a este interesante personaje, a quien apodaban el Zar del Bajío, por aquello del absoluto control que llegó a tener en determinadas épocas en zona tan específica del país, me permito compartir con ustedes algunos de los testimonios que, de viva voz pude obtener de él, y que luego aparecieron en mi libro Celaya: Rincón de la provincia y su fiesta de toros durante cuatro siglos. Celaya, Gto., Instituto Tecnológico de Celaya, Centro Cultural “Casa del Diezmo”, y Bibliófilos Taurinos de México, A.C., 2002. 168 p. Ils., fots., retrs., maps., y del que ahora tengo ya muy avanzada la segunda edición.

Antonio Sabater me llegó a platicar estos pequeños pero interesantes pasajes, muchos de los cuales no guardan necesariamente un orden. Era lo que recordaba en las varias conversaciones que llegué a tener con él. Veamos.

Rafael Molina fue propietario de la plaza, le daba por la charrería y rentaba la plaza al que la pedía.

En la plaza de Celaya se dieron muchos festejos. Antes de mí, como empresario estuvo Alberto Cossío “Patatero”. Él llevó a Marcial Lalanda con Heriberto García y toros de Xajay. Los toreros entonces entraban a la plaza por sombra. (Ese cartel se celebró el 25 de diciembre de 1930).

Saturio Torón fue con Heriberto García y “Cagancho” anunciados con seis novillos (sic) de Xajay de aquella nueva cruza.

Juan Silveti hizo sus pininos en Celaya, ayudado por un eminente y conocido doctor. El propio Silveti le comentó a Sabater que cuando comenzaba a sonar era porque se armaban escandaleras en el rastro celayense. “Me compré un levitón en casa del señor Arguimiro Fernández que tenía un empeño. Luego llegó un empresario de por el rumbo que sentenció al futuro “as”: “¡Tú no puedes ser torero!”.

Y Juan Silveti fue a aquellos chiqueros y le demostró de lo que era capaz. Por supuesto que del levitón aquel sólo le quedaron las mangas puestas.  Juan toreó muchas veces en Celaya de pasamanería.

El día de corrida comenzaba a notarse todo movimiento desde que en la Presidencia Municipal y en alguno de los pilares de la misma colocaban en zarzo de banderillas. Se acostumbraba que los picadores iban vestidos en el mismo convite. Entonces, entre admirados y sorprendidos, los niños acompañaban a aquel grupo que convocaba a la corrida por las calles del poblado, sintiéndose tan toreros como los que iban en el “convite”.

Chicuelo toreó en Celaya el 25 de diciembre año de 1925 con toros de Parangueo, mataba él 3 toros y el 4º era para Emilio Mayor “Mayorito”, novillero español. Un año llevé a Luis Briones, quien alternó con Silverio Pérez, precisamente la tarde del 5 de diciembre de 1942.

El día 25 de diciembre era para Celaya una de las fechas más esperadas, puesto que se efectuaba la corrida de Navidad. Una de esas tardes programé a Armillita y a Luis Procuna. (25 de diciembre de 1943, con ejemplares de Santacilia). 

José Jiménez Latapí “Don Difi” era mi representante en la Ciudad de México. Luis Procuna también toreó varias veces en Celaya. Un día antes de su alternativa, aunque al parecer iba a ser sustituido por Gregorio García, finalmente toreó. Los afarolados que pegó aquella tarde fueron auténticamente fenomenales. Paco Malgesto estuvo aquella tarde.

Otra tarde el cartel quedó confeccionado así: Conchita Cintrón, rejoneadora; Jesús Guerra “Guerrita” y como sobresaliente, Luis Procuna. Obregón Santacilia (ganadero de Santacilia) me mandó una auténtica “escalera” (supongo que se refirió a alguno de los ejemplares que lucía tremenda cornamenta, esto pudo ocurrir el 25 de diciembre de 1947). Además, fueron dos novillos y un becerro. Quería “Guerrita” que Conchita Cintrón torease el becerro y otro. Luego un novillo y el becerro le tocaron a Jesús Guerra, pero él no aceptó. Procuna no llevaba terno y consiguió el de un subalterno, se lió con una muleta y después armó la de Dios es Cristo.

(Rodolfo) Gaona jugaba cartas con Obregón y Calles. Entonces se organizó una corrida en honor de ellos y el de León toreo un ejemplar de Atenco.

 Luego de que se reanudó el convenio entre los toreros mexicanos y españoles (en 1944), programé una corrida el 25 de diciembre de 1945 con el siguiente cartel: Gitanillo de Triana, Luis Procuna y Luis Briones, con toros de San Juan Pan de Arriba, fracción de Santacilia. Gitanillo cortó una oreja.

El debut de Curro Ortega fue en 1945 (precisamente el 12 de abril), alternando con Rafael Morales “Clarinero”, mano a mano, anunciándolo como el pique entre Celaya y Querétaro.

 "El Redondel" núm. 3041 del 16 de marzo de 1947 dice: Curro Ortega y Rosendo Vázquez, bien toreando y mal matando en Celaya.

 Joselillo no toreó en Celaya.

En 1936 (25 de diciembre con toros de Xajay) se dio un mano a mano entre Lorenzo Garza y Luis Castro “El Soldado”. Uno de los bureles llamado “Sembrador” fue estupendamente lidiado por Garza quien recibió del tendido de sol el siguiente grito: “¡a que no se lo das con la derecha”, refiriéndose el aficionado a que si tenía tan grandes virtudes con la izquierda, debía tenerlas con la mano diestra.

Otra tarde –la del 24 de diciembre de 1932-, toreó Joaquín Rodríguez “Cagancho” en Celaya, alternando con el entonces novillero Luis Castro “El Soldado”, lidiando ganado de Xajay). Se hizo acompañar de “Chelo” Gómez, probablemente una de las integrantes de la familia que administraba el famoso hotel “Gómez” en la propia ciudad de las cajetas.Él le brindó un toro y al entrar a matar, Mariano Mancera, dueño de la cantina “La Covacha” le lanzó un grito oportunísimo: “¡Joaquín: acuérdate que se lo brindaste a una dama!” a lo que contestó el gitano: “¡Qué bueno que me lo ha recordado!” e hizo la suerte maravillosamente.

Cierta ocasión torearon juntos Juan Silveti y Conchita Cintrón. El “Tigre de Guanajuato” protesta y reniega porque Conchita toreaba también. Sin embargo, aquella tarde hubo cosas graciosas. Entre otras, es que apareció en el tendido un cartel pidiendo ayuda para un torero retirado que se apodaba El Choclos, nativo de Empalme, Escobedo. Entonces, Juan Solicitó a Conchita el permiso para conseguir el óbolo respectivo, lo cual se consiguió. Esa tarde salió un toro llamado “Vividor”, que de tan bravo arrancó la puerta de toriles.

Juan hacía la “media verónica” fabulosa. Con la muleta armó un “escandalazo”. Llevaba entonces una cuadrilla formada entre otros, por un picador de apellido Palafox. El toro derribó al caballo, yéndose peligrosamente sobre él. Recuerdo que Juan nos contaba que en aquel momento de peligro, Palafox le gritó:

“¡Quítamelo, Juanito! ¡Quítamelo, Juanito!

“¿Vas a cobrar?

“¡No Juanito, no!” 

El segundo toro de Juan lo “empaló” de fea manera. Y Juan fue a dar al hospital. Hasta allá fueron a verlo Conchita Cintrón, acompañada de Fernando López y el “Yucateco”. El doctor que lo revisó dio el pronóstico de que tenía uno de los “carretitos safado en la columna... pero ya se lo puse en su lugar”. López y el “Yucateco” además de visitarlo, pretendieron convenir con Silveti la paga de aquella tarde, a lo que preguntó el torero:

“¿Cuántos capotazos dieron, cuantos pares de banderillas?

La respuesta fue un no.

“¡Pues ni medio centenario se les dá, y se me largan de aquí...!” fue la respuesta de Juan Silveti.

Con el tiempo, el señor Rafael Márques compró la plaza.

Clarinero toreó con Manolo Amate, hijo de Pepe Amate “Relampaguito”. Esto lo publiqué en “Fiesta Brava” que apareció en 1940.

Abraham Ortega dio una corrida de ocho toros con Paco Muñoz, Manolo dos Santos, Carlos Arruza y Curro Ortega en los años 50.

Calesero, Ricardo Torres y ocho toros de Santacilia, fue la primera corrida que programé en Celaya. Quizá se trate del festejo celebrado el 20 de diciembre de 1941, donde se lidiaron ejemplares de Xajay.

Hubo una más donde alterné a Paco Gorráez y Alfonso Ramírez “Calesero”.   También a Carlos Arruza y Ricardo Torres con toros de Santacilia.

En fin, que estos son algunos de los recuerdos que refirió a “vuela pluma” al personaje que hoy recordamos, Antonio Sabater.


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