Una noche con tinte de pasión fue el marco para la inauguración de la exposición "Tauromaquia", así como para el libro del mismo nombre, autoría del reconocido pintor zacatecano Alfonso López Monreal, quien plasmó en los 33 grabados que comprenden su obra, su propia visión a través de la inspiración de la tauromaquia como un homenaje a Francisco de Goya.

El Museo "Pedro Coronel", que precisamente guarda con celo esta magnifica obra de Goya, la noche de este miércoles recibió a un artista que sobre su piel se arraiga la sensibilidad por el arte y la tauromaquia con la misma intensidad: “A través de esta obra, muestro mi representación de adentro hacia fuera y usé como excusa la Tauromaquia de Goya”. 

La obra, que ha causado sensación entre quienes han podido disfrutarla, reconocen la genialidad del artista zacatecano, que utilizó la misma técnica y formato de Francisco de Goya, técnicas antiguas como huecograbado, aguafuerte, buril y mezzotinta, y que reproduce, además, el mismo número de grabados, 33.

Un encuentro de grandes personalidades, de aficionados a la tauromaquia, políticos, escritores, poetas, y empresarios, pero sobre todo, personas que admiran con profundidad la sensibilidad de López Monreal, son las que hicieron, en términos taurinos, una gran entrada, un lleno de "No hay billetes". 

Ha sido Genaro Borrego quien abrió con elegante palabra, esta velada en la que se refirió al autor como “provocador con su obra creativa, convencido de que es un gran arista que domina el grabado y la escultura. Toma el pincel para expresar la libertad, siempre devela un misterio. Nadie que contemple esta obra quedará impasible, cada obra provoca gusto o disgusto, asombro o polémica… el arte de López Monreal es revelación arte creativa. El maravilloso descubrimiento del artista Alfonso López Monreal, quizás sin proponérselo explícitamente, es mostrarnos, a través de su tauromaquia, que el toreo como entelequia individual tiene su propio subconsciente".

El reconocido periodista Juan Antonio de Labra, recordó que fue testigo de esta obra, "disfruté el proceso, su elaboración. Han  pasado 200 años de la obra de Goya, y López Monreal tuvo el atrevimiento de provocar, guiado por sus instintos. Vislumbra a Goya con un valor diferente, y ese es el gran valor de esta gran obra. Tengo la certeza de que López Monreal será un referente como en su momento lo fue Goya, en 1816, y Picasso, en 1959. Es un orgullo poder apreciarla, y disfrutarla, pero sobre todo, poder tenerla en un libro, es una memoria presente, con esa 33 imágenes de un gran valor mexicano". 

¿Qué mira Alfonso López Monreal? se preguntó el escritor Alberto Huerta, quien tuvo una lustrosa participación: "Mira y sueña, recuerda y sueña, y se pone a soñar, vienen los recuerdos de aquí y de allá, de todo lo que ve en la plaza, de las tardes, los toros, el miedo. En el fondo de ese taller se escucha su voz y sonríe".

Ernesto Velázquez, periodista y escritor, así como Director de la Fonoteca Nacional, quien dio paso a esta presentación, dijo "cada rasgo de la tauromaquia de López Monreal significa tocar un rasgo de la eternidad, de una vibración intensa. Felicidades por esta gran faena". 

Con la misma expresión con la que trazó esta magnifica obra, López Monreal, citó a Juan García Ponce, recordando la relación entre el animal y la vida, dando paso por el sentido religioso y de sacrificio.

"Así veo el mundo del toro al que defiendo donde se transmite lo sagrado, aquí se pierde la vida de verdad, y tenemos que darle esa dignidad y seriedad que se requiere en el arte. Mucha gente puede esperar ver un desdén de Manolo Martínez o una verónica de Morante de la Puebla, pero lo que a mí me apasiona es lo que capta mi subconsciente, lo que sueño, imagino, y lo que consigo relacionar con la vida misma, que eso es para mí el toreo, la vida misma”, puntualizó López Monreal.

Posteriormente, se dio paso la inauguración de la exposición que se puede apreciar y disfrutar en el Museo Pedro Coronel. En el corte del listón participaron Genaro Borrego, Juan Antonio de Labra, Alberto Huerta, Ernesto Velázquez, el gobernador Alejandro Tello, y su esposa, Cristina Rodríguez, y el maestro López Monreal, que hoy día sigue consolidándose como uno de los grandes exponentes de la pintura.