El novillero capitalino Íñigo Rodríguez continúa en pie de lucha por abrirse paso en esta difícil profesión y busca volver este año a la Plaza México, donde debutó en 2016 dentro de un festejo sin picadores y se encontró con una novillo de pocas opciones debido a su muy poquita fuerza.

Nacido el 12 de spetiembre de 1994, aprendió las bases del toreo de la mano del matador Gerardo Gaya. Es nieto y hijo de aficionados prácticos y relacionado con ganaderos, muy aficionado al campo e involucrado en labores camperas. Comenzó a torear festivales durante su etapa de secundaria, organizados por el Colegio Cumbres y el Colegio Irlandés.

"Pegado siempre al matador de toros Gerardo Gaya quien fue el que me enseñó a coger una muleta y las bases del toreo. De ahí poco a poco comencé a matar animales mas gordos y me fui adentrado cada vez más hasta que tomé la decisión en 2014 de prepararme para debutar como novillero. Una vez más, y siempre contando con el apoyo de Gerardo Gaya, me preparé fuertemente y debuté en septiembre del 2015, en Apan, Hidalgo", comentó.. 

Íñigo vivió en la ciudad de León, Guanajuato}o, donde el matador Víctor Pastor le ayudó a evolucionar en su técnica.

"Posteriormente, en enero del 2016, me fui a vivir a León con el matador de toros Víctor Pastor, quien me ayudó a perfeccionar la técnica y me preparó fuertemente para cumplir un sueño que fue el debutar en la Plaza México en septiembre de 2016, en una novillada sin picadores".

Agregó: "He toreado un total de cinco novilladas hasta el momento y varios festivales, incluyendo el del año pasado en Santa María del Rio, San Luis Potosí junto a los matadores Fernando Labastida, José Mauricio y Víctor Santos, donde pude cortar una oreja".

Recientemente estuvo tentando en Jaral de Peñas y en Las Huertas, donde los ganaderos le echaron dos becerras y un novillo que mató a puerta cerrada, acompañado por el matador retirado Juan Querencia, con quien vive en la localidad queretana de Tequisquiapan.