Asombro, consternación y profunda tristeza causó en Ecuador la noticia de la mortal cogida de Iván Fandiño, torero sentido como propio en estas tierras pues estuvo casado con Cayetana García Barona, hija del prestigioso ganadero local Luis Fernando García, propietario del hierro de Campo Bravo.

El mayor impacto de la tragedia se vive en Riobamba, ubicada 150 kilómetros al sur de Quito, ciudad en la que residen los padres políticos del torero caído.

Pasado el mediodía de este sábado cuando los detalles de la cornada, su gravedad y fatales consecuencias, copaban los medios de información, las muestras de dolor y solidaridad se multiplicaba a través de los teléfonos, las redes sociales y la presencia de amigos y aficionados en la plaza de toros de Riobamba, en el domicilio del ganadero y aún en la finca ubicada en las estribaciones del volcán Chimborazo.

Iván Fandiño se casó en octubre de 2014 con Cayetana, quien en 2004 fue elegida reina de Riobamba; el matrimonio disfrutaba de su pequeña hija Mara, próxima a cumplir dos años de edad.

Los principales actores del toreo ecuatoriano expresaron su consternación el caso del matador de toros Álvaro Samper, con quien alternó hace apenas dos semanas en la plaza de toros "Raúl Dávalos", quien roto por la noticia expresó su afecto y admiración por su compañero, recordando con emoción la tarde de triunfo que vivieron hace pocos días.

A los sentimientos de incredulidad y pesar se sumaron compañeros de profesión, novilleros, subalternos y grupos de aficionados con los que logró establecer una relación de amistad por su disposición a las tertulias, conferencias, clases de toreo práctico y, sobre todo, por las constantes muestras de cordialidad y sencillez.

José Luis Cobo, presidente de la Asociación de Criadores de Ganado de Lidia del Ecuador, se sumó a la tribulación y trasladó su afecto y solidaridad a Luis Fernando García y su familia.

Por sus repetidas visitas a este país, Iván Fandiño contó con innumerables amigos; el caso de Álvaro Sevilla presidente de la plaza de toros de Ambato y asesor del coso de Riobamba, quien embargado por la emoción recordaba varios años de amistad con el apreciado diestro.

El caso es que la muerte de Iván Fandiño representa un lamentable acontecimiento taurino y social debido a los estrechos vínculos familiares y de simpatía que el espada supo construir en el Ecuador desde su primera llegada como profesional en el 2009.

Su capacidad y entrega le llevaron a actuar en todas las ferias importantes de este país desde su presentación en la Plaza de Toros de Ambato el 22 de febrero 2009 junto a los coletas locales Cruz Ordóñez y Martin Campuzano, aquel año desorejó a un toro de Trinidad y fue declarado triunfador del ciclo.

Volvió a ese ruedo en marzo de 2011 para lidiar reses de Campo Bravo junto a Miguel Abellán y Martín Campuzano; al año siguiente el 20 de febrero actuó junto a Juan Francisco Hinojosa y Álvaro Samper, salió a hombros junto  sus compañeros de cartel y recibió el premio a la mejor faena del ciclo.

En el caso de la Plaza Monumental de Toros Quito se presentó la tarde del 6 de diciembre de 2011 año en que entró en vigencia en la capital la prohibición del último tercio de la lidia; el cartel lo conformaron El Fandi y Alejandro Talavante con reses de Vista Hermosa.

El siguiente año estuvo anunciado en el abono quiteño del 2012 con Pablo Hermoso de Mendoza y Cruz Ordóñez; el tradicional serial quiteño fue suspendido a pocos días antes de la fecha prevista para su realización.

Ya en el 2013, Iván Fandiño toreó en mano a mano con Guillermo Albán en la plaza de Tambillo, lidiando reses de Campo Bravo y El Pinar, cortó tres orejas y fue paseado a hombros; en el mismo ruedo el 4 de diciembre hizo el paseíllo junto Pablo Hermoso de Mendoza y Cruz Ordóñez.

Su especial relación con la afición de Riobamba dio inicio de manera triunfal en abril de 2013, debutó en la Feria del Señor del Buen Suceso, cortándole  las dos orejas a una res de Vista Hermosa alternando con Guillermo Albán y Luis Bolívar.

En 2014 confirma su categoría al alcanzar tres orejas a ejemplares de Campo Bravo logró la puerta grande junto al espada local Cruz Ordóñez; aquella tarde completó el cartel Javier Conde. Fandiño recibió el trofeo a la mejor faena de la feria.

Su última actuación en la arena riobambeña la cumplió hace catorce días, el sábado 3 de junio, alternando con Juan José Padilla y Álvaro Samper, para enfrentar un serio encierro de toros de Campo Bravo. Obtuvo una oreja en cada uno su lote y, otra vez, abandonó la plaza a hombros. Quién diría que esa fue la última vez que lo veríamos vestido de luces disfrutando de la gloria. Descansa en paz, torero.