Con una disposición a tope, Rafael Soriano cautivó de principio a fin al público de la "San Marcos", dando inicio con tres temerarias largas de rodillas y rematando con una zapopina, luego intervino en un vistoso quite por navarras. Cubrió el segundo tercio de manera voluntariosa más que efectiva.
Bajo la atenta mirada de su mentor, el matador Uriel Moreno "El Zapata", Soriano consiguió algunos trazos por el pitón izquierdo, aprovechando la fijeza del ejemplar de Real de Saltillo, sabe andar delante de la cara del toro, lo que complementó de manera favorable su actuación. La suerte suprema fue a "toma y daca", saliendo prendido, pero dando muerte a "Latino", cosa que la gente terminó por reconocerle.
Rafael Reynoso comenzó aguantando algunas coladas del distraído "Cantador", mismo que realizó dos tumbos a los picadores en turno, el de Aguascalientes tuvo que tomar las riendas como director de lidia para poner calma en el ruedo. Un brindis emotivo al alcalde de la capital hidrocálida, el licenciado Leo Montañez, para luego hacerse de a poco del deslucido novillo.
Reynoso le comenzó a dejar la muleta adelante, ganándole la intención, aguantando algunas coladas, entendiendo y resolviendo el crucigrama, de tal forma que logró una faena de interés en los tendidos, entrando a matar aprovechando uno de los tantos arrancones que dio el astado, dejando una estocada tendida.
Juan Pedro Herrera no se ha dejado nada en la espuerta, menos sabiendo que se jugaba todo en una sola carta, como ya es habitual en su tauromaquia, un basto repertorio en los tres tercios, con el capote le vimos torear por verónicas, chicuelinas y zapopinas.
Cubrió el segundo tercio de manera espectacular, luego, para comenzar su faena, se fue a los medios y echó las rodillas en tierra, donde pegó un ajustadísimo cambiado por la espalda, tuvo que arquear el cuerpo para no ser embestido. El senador Pedro Haces estaba expectante desde su barrera, luego de que le brindaran la lidia y muerte del novillo.
Desafortunadamente, la faena se vino un poco a menos, pero no por culpa del torero, pues el de Aguascalientes se la jugó, tal como lo hizo con las manoletinas de rodillas, no como un recurso barato, sino como una apasionada entrega, mientras se colocaba para entrar a matar, el novillo le pegó un arreón y terminó por arrollarlo, se incorporó algo maltrecho y tomó la espada, desafortunadamente no estuvo fino con el acero.
Con el cuarto de la tarde, antes de que Enrique de Ayala diera los primeros muletazos, el veterano novillero Efrén Rosales se tiró de espontáneo para pegar algunos derechazos, mismos que fueron ovacionados, por la manera de ejecutarlos. Al terminar de hacer esto, se marchó como había venido, sin que se le aplicara ninguna multa administrativa.
De Ayala se mostró voluntarioso, tratando de agradar, pero poco le ayudó el novillo, mientras que Juan Del Castillo pasó algunos apuros con el capote, al igual que con la muleta, pero poco a poco fue ganando confianza en sí mismo, consiguiendo, finalmente, algunos compases por naturales, que la afición le reconoció.
Cerró la tarde Lázaro Rodríguez, un novillero falto de rodaje, pero no de disposición. El novillo de Real de Saltillo, al igual que el resto de sus hermanos, poco colaboró para que la actuación del torero norteño tuviera una mayor proyección.
Ficha Aguascalientes, Ags.- Plaza "San Marcos". Primera novillada de la temporada. Lleno, en tarde soleada. Novillos de
Real de Saltillo, de presencia y juego variado. Pesos: 372, 382, 407, 394, 411 y 360 kilos.
Rafael Reynoso (grana y oro): Palmas tras aviso.
Rafael Soriano (grana y oro): Oreja.
Juan Pablo Herrera (azul marino y oro): Ovación tras dos avisos.
Enrique de Ayala (azul celeste y oro): Palmas.
Juan del Castillo (verde olivo y pasamanería negra): Palmas.
Lázaro Rodríguez (plomo y oro): Palmas. Incidencias: Destacó en varas el picador
Rodolfo Villalobos.
