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Luis Bolívar y El Cid triunfan en Manizales (fotos)
Por: Paulo Sánchez | Foto: Rodrigo Urrego
Jueves, 05 Ene 2012 | Manizales, Colombia
El torero colombiano cortó dos orejas a un mismo toro


Luis Bolívar y Manuel Jesús "El Cid" fueron los dos grandes triunfadores de la corrida de feria celebrada hoy en Manizales, donde cortaron cuatro orejas cada uno, en un festejo en el que Sebastián Castella rayó a gran nivel pero falló a espadas.

Bolívar vivió la cruz y la cara a lo largo de su actuación del día de hoy. La cruz primero, con un toro manso, que salió suelto siempre, y huyendo continuamente de los engaños. Se rajó además cuando apenas despuntaba la faena a la que sólo le valieron tres derechazos de la primera serie. Dos pinchazos y una estocada ligeramente contraria fueron el colofón para dejar paso al triunfo.

Y es que el quinto toro embistió con franqueza y transmisión, aunque sin humillar del todo, lo que sirvió para que el paisano hiciera una faena con mucha técnica en medio de la llovizna que azotó la tarde. Sin obligarlo, pero acompañándolo en cada una de las embestidas, Bolívar contó con el aliento del público y su capacidad para aprovechar de la calidad del toro.

Así le plantó cara de principio a fin y le ganó la batalla al bravo ejenmplar de Ernesto Gutiérrez, que desde la vara que le colocó el picador Luis Viloria, mostró lo que tenía adentro. Bolívar lo reventó de una excelente estocada y cortó dos merecidas orejas.

El Cid volvió a conquistar a la afición de Manizales con dos faenas similares, que se diferenciaron en la altura a la que puso la muleta. Mientras que la primera fue variada y bajando la mano en muchas series, la segunda fue en general a media altura, consintiendo mucho al toro que fue muy noble.

Abrió plaza con una faena maciza y redonda por ambos pitones. Lo cuajó a placer y en series largas en las que pareció torear de salón. Siempre aprovechando las bondades del toro que acudió con  calidad a cada cite del sevillano.

Se abrazó El Cid con Manizales, porque fue su homenaje a la ciudad; lo buscó y lo consiguió, y el toro que era manizaleño también se dejó abrazar por la muleta cargada de estética de el sevillano. Al final soboreó la comunión con la gente, que le perdonó un pinchazo y le pidió la oreja con mucha fuerza.

La del cuarto fue una faena de más calado, pero menos calidad. Y como el público lo quiere, se comprometió con la faena y la acompaño en su trasteo con fervor. El Cid, que sintió el frío que llenaba la plaza por la copiosa lluvia que caía, decidió calentar los tendidos con un repertorio que fue desde el teléfono y un desplante arrojando muleta y espada a la arena. Cortó una nueva oreja y así consiguió la puerta grande.

Sebastián Castella toreó primorosamente al segundo de la tarde, ya cuando el cielo se había nublado por completo y el público aguantaba la lluvia. Hizo una primera faena en la que quedó clara su capacidad y claridad de ideas, porque el toro fue muy agarrado al piso, se paró en muchos pasajes de la faena, y el francés le aguantó con firmeza.

Fueron rotundas las primeras tandas por ambos pitones. Poderoso, seguro, reposado y tirando lo justo del toro, hasta que no dio más y optó por las cercanías en donde continuó la intensidad de la faena que emocionó al público. Con las orejas del toro prácticamente en el esportón, pinchó dos veces y mató, ya para que, de un espadazo maravilloso. Pese a este yerro con la espada el público pidió de manera unánime la oreja que al final no fue concedida.

El quinto fue el otro manso del encierro, que desde que saltó al albero dijo: "conmigo no cuenten", y huyó siempre, sin que Castella pudiera sujetarlo. Ni la muleta en la cara, ni la persecución por el ruedo, llegando hasta la zona de la querencia, fueron útiles a la hora de intentar una faena ante aquel marrajo. Pundonor de Sebastián, y su respeto por la afición, fueron reconocidos en la plaza con otra ovación. Aunque se fue sin tocar pelo, Castella se llevó el reconocimiento de Manizales, en donde sigue siendo un ídolo popular.

Ficha

Manizales, Colombia.- Tercera corrida de feria. Tres cuartos de entrada en tarde fría y lluviosa. Toros de Ernesto Gutiérrez Arango, manejables en general. Fueron aplaudidos en el arrastre 1o., 2o., 4o. y 6o., y pitados, 3o. y 5o. Pesos: 440, 450, 500, 446, 500 y 514 kilos. Manuel Jesús "El Cid" (obispo y oro): Oreja y oreja con petición. Sebastián Castella (rosa y oro): Ovación tras fuerte petición y ovación. Luis Bolívar (carmesí y oro): silencio y dos orejas. Al final del festejo El Cid y Bolívar salieron a hombros.