Grata presentación resultó la del novillero español Carlos Domínguez, quien a pesar de llevar pocas novilladas en su haber, ha dejado ver sus muy buenas maneras. Sin lugar a dudas despachó el novillo más potable del encierro, que dicho sea de paso, los astados lidiados quedaron a deber, pero se agradece la presentación enviada a la centenaria San Marcos.
Carlos Domínguez, comenzó con un saludo capotero a la verónica, jugando armónicamente los brazos, un quite por chicuelinas, mimando al estado, que si bien tenia buenas maneras, también es cierto que estaba muy justito de fuerza, por lo cual había que consentirlo demasiado. Con muleta en mano prosiguió dando los toques muy suaves, pues de lo contrario "Hidalguense" herrado con el hierro de Huichapan, perdía las manos.
Se acopla para torear en redondo, algo que luego cuesta a algunos toreros hispanos, no es el caso de Domínguez, quien había ejecutado una faena que agradó a la gradería, pero su mala ejecución de la suerte suprema, desdibujó lo conseguido anteriormente, todo terminó en una meritoria salida al tercio. Ante su segundo poco pudo hacer, no había tela de donde cortar, disposición y ánimos de agradar sin que la afición lo reconociera, realiza una actuación bastante digna.
José Miguel Arellano, es un novillero que tiene madera para llegar lejos, también tiene pocas novilladas en su incipiente carrera, pero ha asimilado rápido el toreo, impregna valor en su quehacer, y sabe resolver los problemas delante de la cara del toro. Aunque se topó con un lote que ofrecía pocas opciones para el lucimiento, el novillero de la tierra, justificó su inclusión en el cartel.
Ante su primero, un ejemplar que a la distancia se miraba acalambrado de las extremidades traseras, intentó el toreo ligado, pero la embestida descompuesta generaba incomodidad, la ambición hizo poner el extra, y trazó una faena de poder, donde el conocido "talón de Aquiles" se hizo presente, y sus fallos con la espada le privaron del triunfo.
Con su segundo tuvo una entrega total, con un ejemplar que no contaba con las condiciones necesarias para la expresión artística, ante tal situación, Arellano a sabiendas que era quizá su último novillo de la temporada, lo intentó por ambos pitones, pero todo quedó en eso, en el intento. Destacar su actitud y ánimos de agradar.
Rafael Reynoso, un novillero que ya cuenta con experiencia, lidió un lote que poco pudo aportar para la causa, sobre todo su segundo. Reynoso ha mostrado algunos detalles muy toreros, muy artísticos, de esos que en el argot se conocen como "pellizcos", o bien "pinceladas".
Se nota el rodaje y el oficio, anda cómodo, no se ve apurado, pero hay tardes que hay que salir a dar un extra, a jugársela, porque el premio pudo ser torear la novillada de triunfadores, en un marco como la feria nacional de San Marcos, donde los reflectores y las miradas del ámbito taurino están puestas, por ello son tardes clave.
Una actuación decorosa ante su primero, donde la afición estuvo todo el tiempo con él. Un pinchazo y una estocada caída. Mientras que con su segundo, un novillo que embestía de fea forma al igual que sus hechuras, algunos muletazos correctos, los que le permitía, y del oficio pasó al tedio, en un intentó de conseguir el triunfo, pero había poco por hacer, algo pesado con la espada, y todo concluyó en silencio.
Ficha Aguascalientes, Ags.- Plaza "San Marcos". Séptima novillada de temporada. Poco más de media plaza en tarde agradable. Novillos de
Huichapan, bien presentados de escaso juego. Pesos: 384, 438, 412, 451, 421 y 448 kilos.
Rafael Reynoso (sangre de toro y oro): Silencio y silencio tras aviso.
José Miguel Arellano (turquesa y oro): Silencio tras dos avisos y ovación.
Carlos Domínguez (teja y oro): Ovación y silencio tras aviso. Incidencias:
Jonathan Prado y
Ricardo García saludaron una ovación tras buenos pares de banderillas al 1o. En varas hicieron lo propio
Héctor Cobos y el aspirante
Miguel Cobos, en el 1o. y 6o. de manera respectiva.
