Al Toro México | Versión Imprimible
Fernando de La Peña, 80 años de historia
Por: Martín Banda | Corresponsal
Sábado, 16 Mar 2019 | Monterrey, N.L
Tomó la alternativa de manos de Antonio Bienvenida en 1963
El matador de toros regiomontano Fernando de la Peña celebrará este sábado 16 de marzo sus 80 años de vida, contento de estar con sus seres queridos, su esposa Irene, su hija y poder disfrutar de sus nietos.

Sin embargo, la felicidad del maestro no puede ser del todo completa desde hace seis años, ya que a consecuencia de una operación en la columna vertebral quedó imposibilitado y sin movimiento de la cintura hacia abajo.

"La operación fue en la médula espinal, tenía un problema ahí, me operaron y desgraciadamente la operación no sirvió, entonces me dejó así sin poder caminar y sin fuerza", dijo.

La última vez que se le vio en público fue la tarde del 15 de septiembre de 2013, cuando la Peña Taurina "El Toreo" le rindió un homenaje por sus 50 años de alternativa, con la develación de un mural en los patios de la Monumental Monterrey.

Después ya nada fue igual. Vino la intervención quirúrgica a la que le tenía mucha fe, pero por hazares del destino no resultó y se agravó más con una caída en su casa que le dejó sin movimiento en sus extremidades.

Solo lo atienden su esposa Irene Quiróz y su cuñada. Un peñista, Sergio Peraza, lo visita y está al pendiente de lo que necesita, mientras que "del toro" solamente el ganadero de El Vergel, Octaviano García, mantiene comunicación con el maestro. No ha faltado quien le ha ofrecido realizar un festival en su beneficio, pero él ha desechado tal ofrecimiento.

"No, ya me lo han propuesto pero no quiero. Siempre que hay un festival a beneficio de alguien la gente no va. Es una tontería hacer un festival, si no se va a juntar dinero no tiene caso; los únicos que se divierten son los que van a torear los novillos,  porque ante todo hay que pagar con eso primero todos los gastos", dijo.

Fernando de la Peña nació el 16 de marzo de 1939 en Monterrey, y se presentó como novillero en la Plaza México el 3 de julio de 1960, alternando con Jesús Peralta y Rogelio Chávez, non novillos de Santa Marta.

Su ascenso fue rápido y dos años después hizo lo mismo ante el público de Madrid, el 25 de julio, alternando con Clemente Antolín "El Millonario" y Manuel Rodríguez, con ejemplares de Francisco Marín Marcos.

Por su situación actual, la planta baja de su hogar en Guadalupe, Nuevo León, tuvo que ser reacondicionada para dar lugar a su cama. Pero junto a él, en su pared del lado derecho conserva sus recuerdos, como la fotografía de su alternativa que le dio Antonio Bienvenida, el 12 de septiembre de 1963 en la Monumental de Barcelona, siendo testigo José Martínez "Limeño", la tarde que se lidió ganado de Graciliano Pérez Tabernero.

Frente a él tiene su televisor donde observa con detalle la Feria de Valencia, en directo desde España. Hay también algunas revistas de actualidad de toros, como Aplausos y dice también que se mantiene informado y al día de lo que ocurre en el medio local y nacional. De la Peña siempre se ha distinguido por defender sus creencias y su verdad de la Fiesta.

Durante la charla y hablando de sus recuerdos, de su salud física, de la corrida que en ese momento se transmite por televisión, da pie a una pregunta obligada acerca de ¿qué extraña de la fiesta?, y sin dudar responde con firmeza: "¡Extraño la verdad!" . Luego de dar un sorbo a su té que le ha acercado su esposa Irene, agrega:

"Extraño la verdad en el toro, eso es lo que más extraño. Desgraciadamente, hay empresarios que no son empresarios y lo que están haciendo es un mal muy grande a la fiesta de los toros".

Por la tele se observa desde Valencia, la alternativa de Jesús Chover de manos de "El Juli" y Roca Rey, ¡un cartelazo!.

Y enseguida le preguntamos cómo ve la Fiesta actualmente, aunque con su primera respuesta ya lo había dicho todo. "La veo muy mal, porque no tenemos figuras", asesta.

¿Hacia dónde va la Fiesta?, le inquirimos. "Al fracaso, como no salgan dos o tres muchachos nuevos que lleven la gente a la plaza, esto se acaba..."

La corrida termina y el maestro siempre dispuesto invita a acompañarlo a la merienda con un pedazo de pastel de chocolate que luce en todo lo alto el número 80, el número exacto de su cumpleaños. 

Total, la vida sigue….. mientras tanto, la ilusión no lo abandona.