a un castaño albardado de Torreón Cañas que resultó bravo y de buen estilo. ante el que no fijó las zapatillas en el recibimiento con la capa, y algo similar ocurrió en las navarras del quite. Después, su faena de muleta transcurrió con buenos pasajes por el pitón derecho, cuando fue molestado con frecuencia por el viento. Al torear al natural se vio mejor el torero zacatecano, a pesar de haber sufrido un desarme tras el cual buscó la igualada para lograr una estocada ligeramente delantera, de efecto inmediato, antes de que se le concediera una oreja.
Con el quinto un toro muy alto, lanceó para fijarlo y poco realizó después de capa, buenos doblones ejecutó al inicio intentando pasarlo por el lado derecho sin mucho resultado, no obstante por el izquierdo se esforzó consiguiendo algunos buenos muletazos que tuvieron poco eco en el público; falló en reiteradas ocasiones con la espada, alargando en demasía esta labor, hasta que le sonaron los tres avisos.
Complicado resultó el segundo de la tarde, que correspondió a Rafael Gil "Rafaelillo". El torero agitanado no se confió con el capote resultando desarmado, el animal fue muy castigado en varas pese a lo cual conservó fuerza. El diestro brindó a la familia de El Pana y empezó tragando en la primera serie, pero después se complicó y lo restante se desarrolló sobre piernas; la estocada casi entera y algo caída hizo doblar para saludar una ovación.
Mejor comportamiento acusó el cuarto permitiendo a Rafaelillo dejar ver su pinturería con el percal, a ese toro también le dieron recio en varas siguiendo un triste desempeño de la cuadrilla en el segundo tercio. Arreció el viento cuando iniciaba la faena de muleta y eso no importó, ya que Rafael ejecutó dos molinetes y luego se inspiró ligando unos ayudados por abajo. Al final toreó por alto y por la cara. Falló varias veces con el estoque y le sonaron algunas palmas después de dos avisos escuchó algunas palmas.
Valiente inició su actuación José Medina recibiendo al del doctorado con dos largas de rodillas en tablas y con evidentes deseos de agradar, pese a que el viento le molestó. El toro tardó para ir al caballo y lo mismo para el quite. Tras la ceremonia de la alternativa, brindó a su papá y decidido echó las rodillas a la arena para pasarse cerca al de La Playa.
Lo hizo en un principio con tres expuestos muletazos por alto, luego se le revolvía pronto al tratar de torearlo sobre la mano derecha y lo mismo ocurrió con la zurda además de tener el viento en contra, señaló un pinchazo seguido de medio espadazo muy defectuoso escuchando palmas de aliento.
Nuevamente fue molestado por las ráfagas cuando enfrentaba al sexto lanceando por delante, este toro empujó fuerte en el peto y sin embargo en la muleta poco se empleó a pesar que el toricantano intentó lucir en tarde tan significativa, poco acertado con el acero le sonaron dos avisos y al final algunas palmas.
