Con una corrida de toros arrancó la actividad taurina en localidad de Jesús María, Aguascalientes, festejo de año nuevo donde Israel Téllez y Diego Sánchez protagonizaron un mano a mano que culminó con la salida a hombros de ambos toreros.  

Del torero de Uriangato, Israel Téllez, pudimos ver dos facetas, el toreo alegre y variado y por otra parte el toreo de poder, pues la corrida que se lidió de la divisa de La Punta -vale la pena mencionar- estaba muy bien presentada, lo que generó un interés por demás de la poca afición que se dio cita a éste festejo.

Ante el primer ejemplar de su lote, Téllez alcanzó algunos momentos interesantes, principalmente toreando ya con muleta, dándole el tiempo necesario a “Candilejo” de La Punta, un astado que metía la cabeza al engaño condición que fue aprovechada por el de Uriangato, calentando así los ánimos en el tendido.

Con su segundo, un toro puesto por delante y de muy buenas hechuras, el cual comenzó por dañar uno de los burladeros y apretar con el picador, Téllez sacó el oficio que le han dado los años y estructuró una faena de poder, de aguantar, pero también de disfrutar.

Gracias a la lidia adecuada que ejecutó, pudo extraer algunas tandas que gustaron a los asistentes y los cuales estuvieron pendientes durante toda la faena, con la espada se volcó a el morrillo lo que la valió para que el juez otorgara una oreja, pero la afición solicitó una segunda. 

Diego Sánchez se vio gustoso por vestir nuevamente el terno de luces, y qué mejor que ante su gente. Cada tarde Diego asimila madurez y es fiel a su concepto de toreo, en ambos toros que lidió esta tarde, pudo expresar el toreo que le gusta realizar, largueza y temple.

Con el primero de su lote alcanzó momentos importantes,  toreando por el pitón derecho, dando toques suaves apenas perceptibles, aguantando y llevando templado, tras poner fin a su faena con unas manoletinas, entró a matar dejando tres cuartos de espada, siendo suficiente para que doblara el astado, y cortar la primera oreja de la tarde.

Con su segundo repitió la dosis, y los resultados fueron muy similares, manteniendo el interés de los presentes, así como la de Elías Esparza, quien miraba las buenas maneras de Diego, toreando ahora al natural, llevando muy despacito como nace ese olé profundo.

Desafortunadamente pinchó cosa que no le inmutó, fue al segundo viaje cuando dejó una estocada que terminó por hacer doblar a “Guantero”, mientras que la afición solicitaba se le concediera un apéndice al torero de Aguascalientes, misma que fue otorgada.