Joaquín ya estaba enfermo del corazón y se había aliviado de un infarto sufrido tiempo atrás, y fue operado de insuficiencias de circulación, pero durante los últimos días su estado de salud empeoró al presentarse una infección y ya no pudo superar la intervención a la que fue sometido y, lamentablemente, falleció el día de ayer por al mañana.

Joaquín era originario de la localidad salmantina de Ciudad Rodrigo, y desde su juventud estuvo vinculado a la fiesta de los toros como mozo de espadas de su hermano, el matador José Luis Ramos. Posteriormente, estuvo a las órdenes de José Miguel Arroyo "Joselito", al que acompañó desde la primera temporada que éste hizo en México, en el año de 1988, haciendo equipo con Enrique Martín Arranz, apoderado y padre del torero madrileño.

Al cabo de los años, y una vez retirado Joselito de los ruedos, se convirtió en veedor de distintas figuras, como fue el caso de José Tomás, ya que su conocimiento del campo era muy amplio, así como las gestiones administrativas de todo lo relacionado con el manejo de la carrera de un torero.

También estuvo trabajando durante varios años para Espectáculos Taurinos de México, y directamente en la ganadería de Zalduendo, una vez que don Alberto Bailleres la había adquirido a Fernando Domecq Solís, por ello era frecuente verlo en la Feria de Aguascalientes, a la que venía con frecuencia.

Apenas en los primeros meses de este 2020, había anunciado el apoderamiento de Alejandro Talavante, que llevaría en mancuerna con el propio Joselito, un proyecto que quedó trunco cuando se desató la pandemia que impidió el regreso a los ruedos del extremeño, previsto para la cancelada Feria de Pascua de Arles del mes de abril.

Desde estas líneas enviamos nuestras más sinceras condolencias a su esposa y a su hija, así como al resto de su familia y amigos por la lamentable pérdida de un hombre cuya seriedad, amabilidad y corrección, se echaran en falta. Descanse en paz.