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Monteras hechas con arte

Miércoles, 24 Jun 2020    CDMX    Juan Antonio de Labra | Foto: DRG     
Diego Ramos González ha dedicado su vida a este noble oficio
Las manos de un artesano nunca descansan, y si acaso lo hacen es por aquello de no tener trabajo, que no es el caso de don Diego Ramos González, que en semanas pasadas se sobrepuso con mucha raza al bicho traicionero y silencioso del coronavirus, y ha vuelto a coger sus "trastos" para confeccionar una de las prendas más emblemáticas del atuendo del torero: La montera.

Esa montera que hasta tiene una calle con su nombre en el corazón de Madrid, en la castiza cuesta que asciende desde la Puerta del Sol hasta la Gran Vía, ahí donde el cansancio de algunas mujeres muere en la madrugada, sobre todo de aquellas valientes que, dicho sea de paso, cierto día decidieron ponerse "el mundo por montera".

Y son las de morilla las monteras más bellas, las más apreciadas… y también las más caras, pues no en vano don Diego tiene que ensartar, pacientemente, durante una semana, más de mil 200 morillas cuyos brillos relucirán bajo el intenso sol de un día cualquiera de fiesta, en esas plazas, grandes, medianas o chicas, donde un torero hace el paseíllo cargado de ilusiones y tocado con su montera.

Dicen que Manolete sólo tuvo una a lo largo de su vida. Mal negocio, sin duda, para un artesano de la calidad de este caleño de sensibilidad a flor de piel, que llegó a España hace muchos años por invitación de otro personaje de los que, por desgracia, casi ya no nos quedan: Gonzalito, el popular y carismático mozo de espadas del maestro Curro Romero. Y desde entonces a la fecha, y de eso han pasado ya varias décadas, don Diego sigue su callada labor, siempre con profesionalidad y regusto, paciencia y talento, para satisfacer un mercado reconocido por los grandes sastres, que, como Fermín López, han puesto su marca a sus monteras.

Con la ayuda de su mujer, doña Amanda, que se adelanta cosiendo los "platicos" (como les llama sin olvidarse nunca de su consustancial jerga colombiana) con su máquina de coser, el resto de la elaboración toca al delicado y preciso movimiento de unas manos donde la tersura se percibe con más regocijo la morilla, aunque también la negra cordelería con la que don Diego elabora las monteras más económicas, pues siempre hay opción para todos los bolsillos.

En este caso, la de levantar esa montera en un brindis a plaza llena, o la de colocarla cuidadosamente en las manos del mozo de espadas, o arrojarla a los aires a ver si la fortuna la hace caer con los machos hacia abajo para atraer a la buena fortuna.

Es el tocado del torero lo que le da sello y distintivo a su profesión, y también la espada. Y aunque hoy las hagan con mangos ergonómicos –vaya palabra tan horrenda, tanto como la forma visual que representa– en un arma que simboliza un ritual viejo; un ritual forjado en mil batallas, de las que algunas son descarnadas y muy duras.

Es en esas ocasiones cuando el sudor del hombre que la porta se transforma en bálsamo que anida en su montera, prueba del esfuerzo de una tarde aciaga donde esa misma prenda cubre su cabeza, presa fácil de un grosero botellazo a la salida de la plaza tras una bronca torera. Así dicen que lo sugería el mítico Paula a sus banderilleros, y les aconsejaba, sabiamente, que no se quitaran nunca la montera cuando fueran a abandonar el ruedo a su lado.

Diego Ramos padre lo sabe, y por ello cuida, delicadamente, la hechura de esas monteras que han cubierto de sueños en más de una cabeza, ahí donde el juego de la vida y de la muerte cobra sentido cuando brota con la misma intensidad hacia las manos de los toreros; esas manos sabias que seducen las embestidas de los toros fieros y acarician las de los toros nobles.

De eso, precisamente, está hecho este arte de don Diego… de nobleza, ahí donde la sabia sencillez del trabajo que hacen sus manos protege las ideas y descubre las emociones. Ánimo maestro, y a seguir cubriendo de gloria torera esas cabezas, dueñas del arrebato de una vocación, que para eso hace usted sus monteras con tanto arte.


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