Diego San Román sale a hombros en León
Cortó tres orejas en el primer festejo de feria de este sábado
Inició la parte taurina de la feria de León con –usted tendrá una mejor opinión– el mejor cartel novilleril que se puede ofrecer en nuestro país. De ahí que fuera una pena la entrada, sin lugar a dudas, y el nivel que muestran los tres toreros merecería que más gente fuera a la plaza a verlos torear. Y, por supuesto que cada quien en su estilo –¡Vivan los diferentes conceptos!–, porque hoy los novilleros han mostrado que tienen sitio y muchas posibilidades para el futuro.
Quien se llevó el gato al agua, imponiéndose con el corte de tres orejas, fue Diego San Román, que ya el año pasado causó impacto en su presentación ante la afición leonesa. A su primero lo recibió vistosamente a la verónica, quitando posteriormente y de manera ajustada por chicuelinas.
Con la muleta inició espectacularmente con un par de cambiados por la espalda, sin llevar la muleta armada, y pudo cuajar series lucidas por ambos pitones, destacando especialmente un cambio de mano. Se fue por derecho tras la espada y dejó una estocada entera, que le valió cortar su primer trofeo de la tarde.
En el que cerró plaza estuvo muy firme, aguantando los parones de un novillo que desde su salida se venció por el pitón derecho. Tras un arrimón en la parte final de la faena de muleta, se volvió a tirar con mucha decisión en la suerte suprema y dejó otra estocada entera, algo delantera, pero gran colofón a su actuación y así fue como le entregaron las dos orejas por del novillo. Ya en su primero había tenido petición del segundo trofeo.
Otra oreja cortó Miguel Aguilar, que tocó pelo en el segundo ejemplar del festejo, al que recibió con buen gusto a la verónica, no obstante que el novillo protestaba en las embestidas. Y también con el capote le realizó un quite por gaoneras que resultó templado.
Con la muleta hubo de reducir al mínimo la distancia entre la taleguilla y los pitones del de San Martín, para poder sacar los muletazos. Decisión, toreo de cercanías y una estocada entera en buen sitio, posterior a un pinchazo, fueron argumentos suficientes para la concesión de la oreja que la gente pidió con fuerza.
Posiblemente hubiera aumentado el número de trofeos en la espuerta en el quinto, al que volvió a recibir con mucha clase en el toreo fundamental a la verónica y al que le realizó un visto quite por saltilleras tras el puyazo. Consiguió buenos pasajes con la mano derecha a un novillo con clase pero que se ponía por delante, y que incluso lo trompicó. Lamentablemente falló con la espada y todo quedó en palmas.
Y hablando de triunfos malogrados con la espada, Héctor Gutiérrez pinchó lamentablemente al cuarto, el de más clase del encierro, y en el que consiguió la faena más artística de la tarde.
Desde que se fue a los medios –con un aparatoso vendaje en la cabeza, tras haber sido herido por el que abrió plaza– para recibirlo de hinojos, quiso dejar constancia de que no iba a permitir escapar el triunfo. Tras haber sido arrollado, y quedando algo maltrecho, mostró mucha voluntad con el capote, quitando incluso por chicuelinas.
En el último tercio aprovechó la calidad de las embestidas y toreó por nota, aguantando algunas dudas del novillo. Lamentablemente, el hidrocálido estuvo mal con la espada, y llevándose un rayón en la taleguilla, de tal forma que perdió la posibilidad de obtener, posiblemente, las dos orejas de ese novillo. Sin embargo, debió disfrutar la vuelta al ruedo, que la gente le pidió como premio a la faena y a su entrega. Valga como muestra de ello su imagen con las huellas de la batalla.
En que abrió plaza lució toreando por el lado derecho, por el que el novillo tuvo cierta calidad pero que terminó siendo áspero. Al entrar a matar, la punta espada dio, aparentemente, en el arpón de la divisa e hizo que Héctor perdiera el equilibrio, llevándose un fuerte golpe en la cabeza, que lo hizo sangrar y desvanecerse en manos de las cuadrillas. Instantes después salió de la enfermería para dar muerte al novillo, aunque batalló algo en el intento y escuchó un aviso. De cualquier manera, ahí queda a la vista su entrega y pundonor.
Ficha
León, Gto..- Plaza "La Luz". Primer festejo de feria. Menos de un cuarto de entrada en tarde agradable. Seis novillos de San Martín, correctos de presencia y juego desigual, el encierro peleó fuerte en varas. Sobresalió el 4o. por su clase y fue aplaudido en el arrastre. Pesos: 425, 427, 442, 448, 461 y 485 kilos. Héctor Gutiérrez (azul turquesa y oro): Palmas tras aviso en su lote. Miguel Aguilar (obispo y oro): Oreja y palmas. Diego San Román (azul celeste y oro): Oreja y dos orejas. Incidencias: Héctor Gutiérrez pasó a la enfermería tras lidiar al 1o.; regresó para lidiar al quinto con un vendaje, producto de una herida en la parte posterior de la cabeza. Brilló en la brega Gustavo Campos, que también saludó una ovación por dos buenos pares de banderillas en el 5o.
León, Gto..- Plaza "La Luz". Primer festejo de feria. Menos de un cuarto de entrada en tarde agradable. Seis novillos de San Martín, correctos de presencia y juego desigual, el encierro peleó fuerte en varas. Sobresalió el 4o. por su clase y fue aplaudido en el arrastre. Pesos: 425, 427, 442, 448, 461 y 485 kilos. Héctor Gutiérrez (azul turquesa y oro): Palmas tras aviso en su lote. Miguel Aguilar (obispo y oro): Oreja y palmas. Diego San Román (azul celeste y oro): Oreja y dos orejas. Incidencias: Héctor Gutiérrez pasó a la enfermería tras lidiar al 1o.; regresó para lidiar al quinto con un vendaje, producto de una herida en la parte posterior de la cabeza. Brilló en la brega Gustavo Campos, que también saludó una ovación por dos buenos pares de banderillas en el 5o.
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