Toreo bueno, en la última de Pachuca
El moreliano pinchó una buena faena al buen sexto de la tarde
Antonio Mendoza rubricó lo mejor de una corrida que apuntaba a ser un festejo de éxitos, pero si no ha sido también por la disposición de los demás alternantes, se hablaría de otra historia.
Pese a los pronósticos "adversos", y es decir (hubo en los tendidos poquito más de un cuarto de entrada), hablamos de una entrada favorable, porque amenazó la lluvia, y en el número "estelar", se presentó en el llamado Teatro del Pueblo un cantante de carácter popular como es Juanes, y en el palenque Alejandro Fernández, así que ésta fue una asistencia fiel.
Antonio Mendoza vino de novillero hace cuatro años a Pachuca, y aquella vez pasó casi desapercibido. Hoy, su disposición y ganas le valieron ganarse el favor del público. Le correspondió un lote con el que había que estar firme, y así lo hizo, y además, deletreó el toreo.
Se trataba de dos astados que no fueron fáciles, con los que estuvo, repetimos, digno y entregado. Su primero fue mejor por el pitón izquierdo, aunque pasaba a media altura y quedándose un tanto corto. Hubo pasajes importantes por ese pitón, haciendo vibrar al respetable, merced también de su serenidad y buen quehacer, pero sus fallas con el acero le privaron al menos de dos trofeos, quedando su labor en una merecida vuelta al ruedo.
En su segundo fue cuando vino el trofeo, ante un toro con el que interpretó un quite vibrante por saltilleras, luego de un buen puyazo. Con este ejemplar hubo nuevamente toreo reposado, alargando la embestida de la res, que tampoco se empleaba a fondo, pero permitía esos pasajes con los que el público disfrutó. Lo mató de estocada apenas tendida luego de algunos adornos, pidiéndose con fuerza el trofeo, que se concedió.
Fermín Espinosa "Armillita IV" repetía de la feria del año pasado, y no defraudó a este público que ya le había visto. Su lote estuvo compuesto por toros bastos de hechuras y que no terminaron por entregarse. Su primero fue remiso y a base de porfiarle, entenderlo y someterlo, le terminó pegando los pases, básicamente por el izquierdo, que el animal tomaba el engaño con la cara a media altura y sin rematar.
Ya lo había intentado por el derecho, pero la res no se lo permitía, Fue cuando al final del trasteo le pudo robar tres ayudados a la res, que la gente le reconoció. El público ya estaba metido en la faena, así que pidió el trofeo para el torero, luego de una estocada tendida que tuvo efectos.
Su segundo no anduvo distinto. Cumplió en varas, y en la muleta el torero se esforzó para extraerle los pases, que se los ligó cuando sacó a la res a los medios, que como el anterior, no se convencía de entregarse. Las tandas tuvieron su contenido, bien rematadas con los de pecho y algún adorno. Salió al tercio tras su efectiva labor y tras no acertar en el primer viaje con el estoque.
El que pudo haber cortado más de un trofeo fue el hidalguense Xavier Gallardo, quien tomó la alternativa en este coso hace tres años. Y es que de no ser por las fallas con el acero, se hablaría de otra historia. Le correspondieron un par de toros potables, que metieron la cara y tuvieron recorrido.
Realizó quites con su primero, un sustituto del que había salido y que pareció lastimarse al rematar fuerte en un burladero. El cárdeno que le correspondió estaba en tipo de la casa y lo toreó a gusto, con ayudados sentidos, que calaron en el respetable. Lástima que no lo matara como se debía, pero la gente le llamó con fuerza al tercio.
A su segundo supo meterlo, ya que de salida hizo cosas de incierto. Se quedó quieto en los ayudados, corrió la mano con temple y trató siempre de alargar la acometida del toro. Parte del público le puso atención, pero como el festejo se había alargado, la gente de pronto se desentendió, así que no siempre tuvo el eco deseado su trasteo, y más después de las fallas con el acero.
Sebastián Torre reapareció en este coso luego de que vino hacía cinco años, y enfrentó a un astado que pocas opciones prestó para el lucimiento , reservándose la acometida, y el jinete potosino así lo entendió, por lo que solo lo pasó con un rejón de castigo, mientras que en banderillas, intentando siempre los galopes a dos pistas, clavó cuatro sesgos, dos de ellos bien de verdad, al estribo, que la gente le reconoció.
Los Forcados Hidalguenses realizaron una pega al tercer intento, dos de estos intentos a cargo del propio cabo, Andrés Oro del Villar, que terminó con el hombro derecho dislocado, por lo que fue enmendado, llevándose el grupo una calurosa ovación por su entrega.
Torre epilogó con dos banderillas cortas, a un toro ya muy parado, marrando con el rejón de muerte en dos viajes, siendo al final, caballero y toro, que escucharon división de opiniones.
Ficha
Pachuca, Hgo.- Plaza "Vicente Segura". Segunda y última corrida de la Feria de San Francisco. Un cuarto de entrada (unas 2 mil personas), en tarde soleada, solo con amagos de lluvia al inicio del festejo. Ocho toros de San Martín, de buena presencia y juego variado. Pesos: 500, 485, 470, 475, 480, 490, 476 y 480 kilos. Sebastián Torre: División de opiniones. Fermín Espinosa "Armillita IV" (blanco y oro): Oreja y ovación. Antonio Mendoza (azul noche y oro): Vuelta tras aviso y oreja. Xavier Gallardo (crema y oro): Ovación tras dos avisos y silencio tras aviso. Incidencias: Sobresalió en varas Jorge Arturo Morales, y Juan Ramón Saldaña en banderillas.
Pachuca, Hgo.- Plaza "Vicente Segura". Segunda y última corrida de la Feria de San Francisco. Un cuarto de entrada (unas 2 mil personas), en tarde soleada, solo con amagos de lluvia al inicio del festejo. Ocho toros de San Martín, de buena presencia y juego variado. Pesos: 500, 485, 470, 475, 480, 490, 476 y 480 kilos. Sebastián Torre: División de opiniones. Fermín Espinosa "Armillita IV" (blanco y oro): Oreja y ovación. Antonio Mendoza (azul noche y oro): Vuelta tras aviso y oreja. Xavier Gallardo (crema y oro): Ovación tras dos avisos y silencio tras aviso. Incidencias: Sobresalió en varas Jorge Arturo Morales, y Juan Ramón Saldaña en banderillas.
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