Bilbao sobresale en la novillada de Guadalajara
Destacó la labor que realizó ante el primer novillo de su lote
La crónica de hoy debe consignar, primero, que a pesar del fin de semana largo, la entrada mejoró en relación al lluvioso domingo anterior.
El cartel era interesante de sí, mucho tiempo ha, que no se lidiaban ejemplares del hierro norteño de Golondrinas, lo que adicionaba puntos buenos al papel. Aunque, dicho sea de paso, no fue una tarde para presumir, excepción hecha del que cerró plaza, al que si bien le faltaron vitaminas, sí que embistió con nobleza, humillación, recorrido y calidad.
El desafortunado de la función fue el aguascalentense, José Miguel Arellano, quien pechó con un par de ejemplares que no cumplieron con su casa. El primero de ellos, un bonito cárdeno astifino barbeó las tablas, para enseguida saltarlas.
Arellano, con cabeza torera, lo bregó con oficio, con temple, y lo remató en el centro del anillo, para escuchar una ovación por tan buenas maneras. Se hizo de él, suavemente por alto en el tercio de muerte, pero "Soñadito" se quedaba corto por el derecho, y se acostaba por el izquierdo, así que el reto era torearlo, precisamente por ese lado.
Y José Miguel, luego de llevarlo en cortas series de buen gusto con la diestra, se enredó por el lado complicado con el golondrino, la pena fue la estocada baja, que emborronó la digna actuación del torero. A "Caminante", segundo en su lote, un novillo de incómodo gazapeo, el de Aguascalientes trató de meterlo a la canasta; pero desgraciadamente pronto se apagó el morito.
Destaco un par de dosantinas, muy bien toreadas, que el tendido jaleó y aplaudió con fuerza. Tres cuartos de ración de acero, y palmas al torero. Es un novillero con presencia y maneras de torero caro. Tiene valor y –muy importante– cabeza torera.
Su paisano, Pedro Bilbao cayó de pie en Guadalajara, a pesar de que le sonaron un par de bocinazos en el quinto de la tarde había dejado ya en el ruedo tapatío, la impronta de un torero fino. "Malgeniado" de nombre, segundo de la tarde, el de menos trapío saltó al callejón. Bilbao le dio la bienvenida por verónicas y remate de media invertida con buen gusto, el quite fue por gaoneras ceñidas a pies juntos que tuvieron quietud, sabor y temple.
Inició la faena de muleta con una rodilla en tierra, para enredarse en series por derecha, que tuvieron temple, mando y mano baja. Vino el cambio de mano ligado con el de pecho. Jaleos y ovación, claro. Abrochó su faena por manoletinas, que de tan ceñidas terminó por los aires, entera contraria y palmas al calce.
Fue el quinto, un novillo que tuvo calidad, pero al que le faltó fuerza, cuando "Gorra Negra" aguantó en pie, Pedro ligó series en redondo que fuerte calaron en el tendido, aunque la poca fuerza del novillo no impidió que remontara la faena. Mal con la de cruceta, Bilbao se llevó un par de avisos.
Alberto Ortega tuvo una tarde con poca fortuna, su limitaciones al templar, le impidieron ligar al primero de su lote, y su segundo, el mejor del encierro de Golondrinas requería una muleta mandona, con temple y que arrastrara por la arena, Ortega no la metió a su esportón.
Para el domingo próximo, la empresa anuncia en la novillada tercera del serial 2019, un encierro de San Francisco de Asís, para Juan Pedro Llaguno, Eduardo Neyra, y Juan, el menor de los Silveti.
Ficha
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Un cuarto de entrada en tarde soleada. Segunda novillada de la temporada. Novillos de Golondrinas bien presentados y de variado juego. Pesos. 455, 470, 445, 465, 440, y 420. José Miguel Arellano (catafalco y oro): Silencio y palmas. Pedro Bilbao (turquesa y oro): Palmas y silencio tras dos avisos. Alberto Ortega (verde hoja y oro): Ovación en su lote. Incidencias: José María Villalobos saludó una ovación por buenos pares de banderillas al 6o., en tanto que destacaron en varas Juan Miranda y David Vázquez.
Comparte la noticia
