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Efemérides: La muerte de Sánchez Mejías

Martes, 13 Ago 2019    CDMX    Redacción | Foto: Archivo   
Recordamos la efeméride al cumplirse 85 años del suceso
El 13 de agosto de 1934 dejó de existir en la ciudad de Madrid el célebre matador español Ignacio Sánchez Mejías, como consecuencia de la gravísima cornada sufrida dos días antes en la plaza de Manzanares, Ciudad Real, donde sustituía a Domingo Ortega.

Aquella tarde del 11 de agosto en Manzanares, Sánchez Mejías enfrentó al toro "Granadino". El percance aconteció cuando el maestro iniciaba su faena de muleta sentado en el estribo; el astifino pitón del ejemplar de la ganadería de Hermanos Ayala entró en la región de la ingle derecha.

Ignacio determinó ser trasladado a la capital española y no ser intervenido en Manzanares. La herida desembocó en gangrena y finalmente murió dos días después, en el hospital del doctor Crespo, en Madrid. Fue enterrado en Sevilla, en la misma tumba que Joselito El Gallo, su cuñado y padrino de alternativa.

Sánchez Mejías ocupa un lugar importante en la historia y sin duda fue de los matadores de toros más destacados de la primera parte del Siglo XX. Nacido el 6 de junio de 1891, en Sevilla, trabajó de muy joven en el campo de México, donde viajó como polizón. Sus primeros escarceos en el mundo del toro fueron como peón de brega.

Al paso del tiempo, abandona la carrera de medicina y el 17 de septiembre de 1913 debuta como novillero en Madrid. El 21 de junio de 1914 hace lo propio en Sevilla, y toma la alternativa el 6 de marzo de 1919, en Barcelona, de manos de Joselito El Gallo y bajo el testimonio de Juan Belmonte, ante un encierro de Vicente Martínez.

Confirmó en Madrid el 5 de abril de 1920, con Joselito El Gallo, Belmonte y Varelito, y después en El Toreo de la Condesa, en la Ciudad de México, el 2 de enero de 1920, a lado de Rodolfo Gaona.

Ignacio estuvo presente aquella tarde del 16 de mayo de 1920 en Talavera de la Reina, y fue el encargado de darle muerte el toro "Bailaor", que terminó con la vida de Joselito.

Anunció su retirada en 1927 y se dedica a la literatura y al teatro. Mantuvo una amistad cercana con el poeta Federico García Lorca, además de brindar su apoyo a la llamada "Generación del 27". Además, fue presidente del equipo de futbol Real Betis Balompié, de Sevilla.

Volvió a los ruedos en 1934, año de su muerte. Tras este suceso, García Lorca escribió su famosa elegía "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías", que a continuación reproducimos:

A las cinco de la tarde. 
Eran las cinco en punto de la tarde. 
Un niño trajo la blanca sábana 
a las cinco de la tarde. 

Una espuerta de cal ya prevenida 
a las cinco de la tarde. 
lo demás era muerte y sólo muerte 
a las cinco de la tarde. 

El viento se llevó los algodones 
a las cinco de la tarde. 
Y el óxido sembró cristal y níquel 
a las cinco de la tarde. 

Ya luchan la paloma y el leopardo 
a las cinco de la tarde. 
Y un muslo con un asta desolada 
a las cinco de la tarde. 

Comenzaron los sones del bordón 
a las cinco de la tarde. 
Las campanas de arsénico y el humo 
a las cinco de la tarde. 

En las esquinas grupos de silencio 
a las cinco de la tarde. 
¡Y el toro solo corazón arriba! 
a las cinco de la tarde. 

Cuando el sudor de nieve fue llegando 
a las cinco de la tarde 
la muerte puso huevos en su herida 
a las cinco de la tarde. 

A las cinco de la tarde. 
A las cinco en punto de la tarde.

Un ataúd con ruedas es su cama 
a las cinco de la tarde. 
Huesos y flautas suenan en su oído 
a las cinco de la tarde. 

El toro ya mugía por su frente 
a las cinco de la tarde. 
El cuarto se irisaba de agonía 
a las cinco de la tarde. 

A lo lejos ya viene la gangrena 
a las cinco de la tarde. 
Trompa de lirio por las verdes ingles 
a las cinco de la tarde. 

Las heridas quemaban como soles 
a las cinco de la tarde, 
y el gentío rompía las ventanas 
a las cinco de la tarde. 

A las cinco de la tarde
¡Ay qué terribles cinco de la tarde! 
¡Eran las cinco en todos los relojes! 
¡Eran las cinco en sombras de la tarde!


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