El gran triunfador en cuanto a premios fue Eduardo Neyra que le cortó las dos orejas a "Pili" un ejemplar que fue extraordinario. El joven novillero hizo una faena que le faltó conjunto. Si bien es cierto estuvo dispuesto desde que tomó el capote, el enemigo era de poco trapío y había que hilvanar una faena de más estructura, sobre todo estando frente un ejemplar que embistió con calidad por ambos pitones. Lo mató de una entera en buen sitio que hizo caer de inmediato. El público lo ovacionó con fuerza y le concedieron las dos orejas y arrastre lento.

Y si de estar dispuesto y puesto con el toro tenemos que hablar, Juan Pedro Llaguno es el nombre. Se le vio bien de capa bajando los brazos y acompañando con la cintura. Picó al novillo y lo banderilleo. Con la muleta se gustó toreando con la mano baja a  "Urcolinato" con quien conjunto series de calidad y  buen empaque. El novillo no era fácil ya que volvía pronto, pero Llaguno lo entendió pronto y le tomó la distancia haciéndose del ejemplar pronto y pegando  muletazos de exepenta factura por ambos pitones.

En este torero hay calidad, clase y sobre todo se gusta y llega con facilidad al tendido. Pinchó y dejó una entera para que le concedieran una oreja. Sin duda Juan Pedro está para más, es un novillero que puede y en Tijuana sin duda fue el más sólido de los 12 novilleros  que partieron plaza. 

Juan Ernesto Silveti estuvo muy torero con "festejando". Realizó una faena de empaque y torería. Tiene duende y se gusta. El público local no lo vio, no valoró su calidad y nunca entendió al fino torero. Sin duda alguna tiene el empaque de la casa. Dejó ver sus fallas con el acero y se retiró con leves palmas. Lástima que lo vimos con un ejemplar de poco trapío.

José María Mendoza pasó sin pena ni gloria. Si bien es cierto el ejemplar "Ciclón"  era incierto y embestía con la cara alta, nunca se dobló con él y tampoco estructuró una faena. Se fue con una salida al tercio.