Así como el granadino intentó sacarle el mayor provecho a ese toro, lo mismo hicieron El Zapata e Israel Téllez, que se afanaron por agradar al público en una tarde cuesta arriba por aquello de las complica que sacaron sus respectivos lotes.
De esa faena de El Fandi habría que destacar la paciencia que tuvo para robarle los muletazos, hasta que lo metió en vereda y terminó haciéndole fiestas.
La estocada con la que lo despenó fue un digno colofón a una labor de ir debió ser premiada. Sin embargo, el juez desatendió la petición mayoritaria del público y El Fandi tuvo que conformarse con una vuelta al ruedo.
También se afanó con el quinto, que presentó complicaciones, y ya cuando la tarde se había ido al garete, a pesar de que los tres espadas del cartel habían procurado dar espectáculo con las banderillas al haberse invitado a cubrir el segundo tercio de sus respectivos primeros toros.
De El Zapata habría que destacar su profesionalismo, e hizo hasta lo imposible por agradar, pero realmente sus dos ejemplares le impidieron cualquier atisbo de empeño.
Lo más destacado sólo hizo con la espada, que no es poco decir, y a los dos toros los mató de sendas estocadas, en las que ejecutó la suerte con entrega y ortodoxia.
También Israel Téllez trató de estar a la altura del compromiso, y parecía que el tercer toro de su lote podía terminar mejor, pero terminó desarrollando violencia y ya no fue fácil redondear una faena que había teñido pasajes de intensidad.
Tampoco el sexto dio opciones y Téllez, visiblemente angustiado de ver que la tarde se le iba sin un triunfo, y ante la escasez de oportunidades, acabó desdibujándose un poco ya cuando la tarde languidecía y la gente salía un tanto hastiada de no hacer podido disfrutar la apertura de esta Feria de Aguascalientes.
Ahora habrá que esperar varios días para regresar a la monumental el día de Santo Patrono, con la ilusión de que los toros embistan y se dé un triunfo de esos que suele marcar el buen rumbo del ciclo sanmarqueño.