El siempre bien recordado maestro Antonio Ordóñez Araujo nació en Ronda (Málaga) España, el 16 de febrero de 1932, por lo que estaría cumpliendo 87 años de edad, así que a través de estas líneas hacemos una breve remembranza de su trascendente trayectoria.

Antonio Ordóñez fue un catedrático del toreo, torero de toreros e indiscutible figura de la tauromaquia. Muchas fueron las cualidades que denotó siempre en los ruedos con base en la pureza de su toreo, un  valor muy de verdad y profundidad en la ejecución de las suertes, aunado a su torería.

El maestro estaba dotado de una capacidad deslumbrante para templar las embestidas de los toros, a los que sabía entender con las ideas siempre muy claras. Suave al torear de capote, con la espada quedó el famoso término "Rincón de Ordóñez", utilizado por vez primera por el periodista Antonio Díaz-Cañabate para esas estocadas desprendidas pero de gran eficacia.

Hijo de Cayetano Ordóñez "Niño de la Palma" y miembro de una de las dinastías taurinas más importantes, Antonio vistió por vez primera el terno de luces cuando tenía 16 años, en Haro, La Rioja, y en 1949 debutó como novillero en Las Ventas de Madrid.

Fue precisamente en la capital de España donde tomó la alternativa, en Las Ventas, lo que aconteció la tarde del 28 de junio de 1951, delante de un toro llamado "Bravío", de Galache, de manos de Julio Aparicio y Miguel Báez "Litri" como testigo, vistiendo un terno color azul celeste y oro.

En la Plaza México confirmó su alternativa la tarde del 30 de noviembre de 1952, llevando como padrino a Silverio Pérez y como testigo a José María Martorell, ante un toro de la ganadería de Torrecilla al que le cortó una oreja.

No fueron pocas las tardes de gloria, pero tampoco los percances de consideración que sufrió a lo largo de su carrera. Ordóñez se despidió definitivamente en 1981, luego de ir y venir algunas ocasiones. Su primer adiós fue en 1962 y luego volvió, para después retirarse de nueva cuenta en 1971.

Cinco veces salió el maestro por la Puerta Grande de Las Ventas de Madrid. La primera fue en 1952; dos en 1960; otra en 1965, y la última tuvo lugar en 1968.

El maestro Antonio Ordóñez fue también ganadero y propietario de la asolerada plaza de Ronda. Sus nietos son los matadores de toros Francisco Rivera Ordóñez y Cayetano Rivera Ordóñez, quienes han continuado con una dinastía por ambas ramas familiares.

Murió cuando contaba con 66 años de edad, el 19 de diciembre de 1998, en la ciudad de Sevilla, tras luchar contra una larga enfermedad.