El certamen nacional de novilleros "Soñadores de Gloria", es sin lugar a dudas, una propuesta que resulta bastante atractiva, para mantener la ilusión en el aficionado, que sueña y esta a la espera de ver crecer a jóvenes con posibilidades que en un futuro no muy lejano, puedan consolidar sus carreras en la cima de la tauromaquia.
De tal forma que dicho bolsín, ha dado no solo la oportunidad a estos jóvenes ávidos de triunfo, sino que también les da continuidad en los diversos cosos del territorio nacional. Y aunque para algunos aficionados, los nombres que aparecen en los carteles resulten repetitivos, no es otra cosa más que un reflejo de los triunfos obtenidos por los novilleros en turno.
La novillada lidiada de la ganadería de Lebrija, fue para la terna, un examen de alto grado de complejidad, mismo que los de Aguascalientes, así como el potosino, acreditaron con creces.
José María Hermosillo, ante su primero consiguió algunas tandas de gran manufactura, desde luego que no fue por casualidad, más bien por su oficio, mismo que le permitió estar solvente, ante un astado que resultó exigente y que terminó por pararse apenas se sintió podido. Mientras que con su segundo, realizó una faena ligando tandas sustentadas por valor y una naturalidad nata, ante un novillo que metió la cabeza por debajo, y con mucha emotividad, consiguiendo así la única oreja de la tarde.
Héctor Gutiérrez, volvió a dejar en claro el paso triunfal por el que atraviesa, pues hoy en día es uno de los novilleros con mayor proyección de la tauromaquia mexicana, y aunque su lote no resultó para nada una perita en dulce, el hidrocálido supo tomar las distancias y tiempos adecuados, sobre todo acompañado por un valor sereno, que permitieron desfondar a sus novillos y lograr así, muletazos largos y templados.
Desafortunadamente se perdió del triunfo luego de sus recurrentes fallos con la espada. Un novillo de regalo, sin estar físicamente entero tras un golpe que sufriera con su primero, pero el afán de agradar se antepuso. Finalmente logró con la muleta algunos de los mejores momentos del festejo, al grado de saludar una cálida ovación.
El potosino Ricardo De Santiago, sorteó un lote deslucido, sin embargo, el coleta en turno vino a la tierra de la gente buena a ocupar y justificar el lugar que habría quedado desierto tras la salida de Roberto Román, y aunque consiguió momentos muy lucidos sobre todo el segundo tercio, no le alcanzó para el triunfo, aunque cierto es que la afición vio los avances y sobre todo la disposición del diestro potosino.