Un día como hoy, hace ya 52 años, Francisco Rivera "Paquirri" se convirtió en matador de toros, tarde con la que inició una trayectoria trascedente dentro de la Fiesta al lograr convertirse tiempo después en una figura del toreo y que, como marca la historia, tuvo un final trágico

Nacido el 5 de marzo de 1948 en la localidad de Zahara de los Atunes, Cádiz, Paquirri tomó la alternativa en la Monumental de Barcelona el 11 de agosto de 1966, llevando como padrino a Paco Camino y, por testigo, a Santiago Martín "El Viti", ante toros de Urquijo de Federico.

El toricantano vestía un terno en celeste y oro. En el renglón estadístico, el toro de la ceremonia llevó por nombre "Zambullido", herrado a fuego con el número 103 y un peso de 513 kilos. Este ejemplar desarrolló complicaciones y no permitió el mayor lucimiento a su lidiador, que a la postre fue aplaudido por el esfuerzo desplegado.

Tampoco hubo suerte para Francisco Rivera delante del ejemplar que cerró el festejo. Sin embargo, el público, que llenó los tendidos del coso Monumental de Barcelona, le tributó una cerrada ovación al aquel entonces novel torero, que arrancaba así su camino en el escalafón mayor.

Como dato anecdótico, su alternativa estaba originalmente programada para el 17 de julio de aquel año, en la misma plaza, tarde en la que llevaría como padrino al maestro Antonio Bienvenida. Sin embargo, Paquirri sufrió una cornada cuando lanceaba de capote al toro del doctorado y finalmente la ceremonia ya no se pudo llevar a cabo

Luego de convertirse en matador de toros, el año siguiente confirmó el doctorado en Las Ventas de Madrid, lo que tuvo lugar el 18 de mayo de 1967. Fue su padrino nuevamente Paco Camino, en presencia de José Fuentes.

El año 1979 fue de los más importantes de una trayectoria que ya se había consolidado. Primero, fue el máximo triunfador de la Feria de Abril, en Sevilla, y después cortó tres orejas en Madrid, dentro de la Feria de San Isidro, para abrir la Puerta Grande. También llevó a cabo temporadas en América, con éxitos de mucha relevancia.

Una de las tragedias más grandes en la historia del toreo ocurrió en la plaza española de Pozoblanco el 26 de septiembre de 1984, cuando el toro "Avispado" le arrebató la vida a Francisco Rivera "Paquirri", que ocupaba ya el sitio de figura del toreo.

El cartel de aquella corrida, además de Francisco, estaba integrado por José Cubero "Yiyo" (que poco tiempo después también sufriría una cornada mortal) y Vicente Ruiz "El Soro", ante los toros de la ganadería de Victoriano Sayalero y Juan Luis Bandrés.

La huella de Paquirri, a quien hoy recordamos, permanece imborrable y con más vigencia que nunca. Un torero de una raza, ejemplo de pundonor y profesionalismo; un hombre que perdió la vida en aras de su vocación y con la grandeza que siempre otorga el vestirse de luces.