Y fue hace tres días, en la ganadería guanajuatense de La Estancia, por invitación del matador Alejandro Martínez Vértiz, donde salió a bregar cuatro vacas durante una tienta de hembras, lo que lo ha inspirado aún más a retomar pronto su carrera taurina, según afirma:

"La familia Martínez Vértiz me recibió con mucho cariño y esto me dio una motivación especial, pues hacía tiempo que no cogía un capote. Lo mejor de todo fue que no me asfixié, y me sentí bien bregando a las vacas, que tenían un gran trapío; fueron bravas y exigentes. Así que espero seguir preparándome para volver a torear de luces hacia finales del año, si todo avanza como espero".

Desde hace varios meses, Mauricio vive en Aguascalientes y ha estado cerca de Curro González, apoderado de Antonio García "El Chihuahua", con el que ha estado entrenándose físicamente. La lesión del ojo izquierdo está casi superada, aunque todavía tiene cierta dificultad para ver de reojo o de forma lateral. Pero se ha acoplado bien a esta condición y considera que no será un impedimento para torear de forma profesional.

"No quiero precipitarme y seguiré entrenando con dedicación. Espero tener más oportunidades de ir al campo, y entonces será que tome la decisión definitiva. La verdad es que no quería terminar mi carrera así, sin volver a torear, y creo que cada día estoy más cerca de conseguir volver a vestirme de luces, es un hecho que me llena de entusiasmo y alegría", puntualizó el subalterno de dinastía.

Maricio Martínez Kingston hizo su examen profesional como banderillero el 23 de diciembre de 1984 en la plaza de Uruapan, Michoacán, con una corrida de Santa Martha. Esa tarde actuaron Curro Rivera, Mariano Ramos y Paco Dóddoli.