Mucha suerte tuvo nuestro amigo camarógrafo Beto Ávila el pasado domingo en la plaza "Silverio Pérez", de Texcoco, cuando un toro de Torreón de Cañas saltó al callejón y mandó volar literalmente el burladero donde se encontraba realizando sus funciones periodísticas.

Por fortuna, Beto pudo salir ileso de aquella situación compleja. El toro, muy serio y bien presentado, se "tocó" con el propio burladero y no hizo por el camarógrafo, que pasó un mal trago. A la postre, el de Torreón de Cañas fue un gran ejemplar y recibió arrastre lento, permitiéndole a Arturo Macías cortar las dos orejas.

Esta situación, que afortunadamente no pasó a mayores, lleva a la reflexión de lo peligroso que puede llegar a ser estar en el callejón. De alguna y otra manera, los que ocupamos esta "localidad" dentro de la plaza llegamos a jugarnos la vida.

Por lo tanto, es importante recalcar que  en la mayoría de las plazas deben estar en el callejón las personas que verdaderamente tengan que estar, como lo son los ganaderos, apoderados o mozos de espadas, así como los matadores, cuadrillas, médicos, monosabios y torileros.

Asimismo, todas aquellas personas que deban ejercer alguna función periodística. Básicamente, al callejón se va a desempeñar una labor, a trabajar, pues es un sitio peligroso e incómodo, así que se debe saber estar en su sitio y conocer lo que hay que hacer en cualquier eventualidad.

Cierto es que hay personas que están en el callejón para darse coba o dejarse ver, en un tema que no debería ocurrir desde nuestro punto de vista.

No son pocos los cosos taurinos de la geografía mundial en el que hay "colados" o "gorrones" dentro del callejón. Vaya a través de este texto un llamado a las autoridades correspondientes para que eso no ocurra, pues se genera todavía mayor peligro que el que, de suyo, tiene estar tan cerca del ruedo.

Finalmente, comentar que o hay nada mejor que la seriedad en el trabajo y, si no se va a realizar una labor concreta dentro del callejón, es mejor colaborar con las empresas poniéndole "la barriga a la taquilla", como se dice coloquialmente, y ayudar a la Fiesta pagando un boleto para ingresar a los espectáculos taurinos.