Impactaron el valor y ganas del debutante Diego San Román, queretano de dinastía, que toreó su primer festejo con picadores e hizo que la gente saliera hablando de su actuación en esta novillada programada dentro del serial León 2018.

Su primero le exigió de salida, y Diego bregó para esperar la salida de los del castoreño. Posterior a la suerte de varas dibujó un quite por caleserinas, que ya comenzaron a llamar la atención en el tendido. Comenzó su faena de muleta con tres cambiados por la espalda en los medios, para después engarzar una serie de derechazos que causaron impacto, ligando los muletazos sin apenas reponer el terreno. Cuando parecía que las condiciones del novillo, a menos, disminuirían la intensidad de la faena, prendió a los tendidos aguantando las dudas del novillo sin inmutarse, dejando que los pitones le acariciaran la taleguilla. Se fue tras la espada y dejó una estocada entera y desprendida, y tras la concesión de la primera oreja, el público prácticamente exigió al juez el otorgamiento de la segunda.

Su segundo tuvo menos intensidad en las embestidas, y a éste lo recibió con verónicas y chiecuelinas, y tras el puyazo realizó un quite muy ajustado por gaoneras. Con la muleta comenzó doblándose con el novillo para llevarlo a los medios, poniéndose en el sitio para obligarlo a pasar por el pitón izquierdo, por donde resultó tardo. De nueva cuenta volvió a ponerse en el sitio, aguantando parones, hasta conseguir hacia el final un par de dosantinas muy jaleadas en el tendido. Manoletinas, incluyendo una de rodillas, fueron la preparación para la suerte suprema, en la que dejó primero un pinchazo hondo, en buen sitio, aunque fue necesario el uso de la espada corta, acertando al primer viaje. La gente solicitó otra oreja para San Román, que tuvo un debut con picadores de ensueño en León. Y lo más importante, dio de qué hablar: Tiene valor, mostró ganas de ser y seguro irá depurando la técnica.

Otro apéndice consiguió Héctor Gutiérrez en el segundo, en el que mostró un concepto de buen gusto al torear a la verónica. En el último tercio el de San Martín tuvo recorrido y metía bien la cabeza por el lado derecho, por el que Héctor estuvo firme y consiguió buenas series, consiguiendo también una muy lograda por el izquierdo. Culminó el trasteo con manoletinas, previas a dejar una estocada desprendida que fue suficiente y que hizo llegar a sus manos la oreja.

En el quinto volvió a dejar constancia de su buen manejo del capote en el lance fundamental de la verónica, meciendo las embestidas; también en un buen quite por tafalleras. Tras un inicio por alto, aprovechó que el novillo obedecía y tenía buen tranco por el lado derecho, consiguiendo varias series bien logradas, aunque quizás le faltó un punto de emoción a las embestidas para que la faena tuviera más fuerza. Tras epilogar por bernadinas dejó una estocada desprendida que no fue suficiente para hacer doblar el novillo, y tuvo que hacer uso del descabello un par de ocasiones, lo que impidió la consecución de otro premio. A destacar su buen gusto con el capote y la firmeza de procedimientos.

Abrió plaza Arturo de Alba con una larga de rodillas ante un novillo que no se entregó de salida, y al que quitó con más voluntad que lucimiento por chicuelinas, quite respondido por Héctor Gutiérrez por navarras, habiendo sido puesto el novillo dos veces en varas. Con la muleta buscó el lucimiento por el lado izquierdo, habiendo sido el novillo más corto por el derecho, dándole incluso un fuerte achuchón a Arturo, que no pasó a mayores. Saludó una ovación desde el tercio tras una estocada entera y desprendida.

El cuarto salía suelto y resultó áspero, y tras un inicio con algo de dudas, Arturo sacó ayudados con la izquierda que le fueron reconocidos por el tendido. Alargó la faena y se puso pesado con la espada, llegando a escuchar dos avisos. Decidió regalar un séptimo, que de salida lo midió y De Alba lo bregó con efectividad. Lamentablemente, y tras un tumbo, el novillo recibió un castigo fuerte y se quedó parado; a partir de ahí embistió a arreones, y tras una lidia caótica en el segundo tercio, poco había para hacer con la muleta. Falló con la espada y escuchó otros dos avisos, aunque la gente estuvo con él. Lo más destacable fue su voluntad de buscar el lucimiento, aunque quizás le faltó algo de autoridad para poner orden, como director de lidia, en el de regalo.