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Emotivo cierre de la Feria de Pachuca

Domingo, 22 Oct 2017    Pachuca, Hgo.    César Montes | Foto: Cervantes          
Diego Silveti y Andrés Roca Rey cortaron una oreja por coleta
Emotivo y con detalles, ha resultado el cerrojazo de la Feria de San Francisco en Pachuca, ya que cortaron, de a oreja por coleta, Silveti y Roca Rey, mientras que Rivera se fue de vacío por las fallas con la espada, pero que ha deletreado el toreo con un buen toro de Xajay.

Y es que la gente que asistió en gran número a la monumental “Vicente Segura” (pese a las expectativas de algunos), disfrutó de una tarde en la que los diestros dieron todo lo que estuvo de su parte por agradar, lidiando no sólo con la poca colaboración de los toros, sino también con un aire molesto que a ratos se hacía imposible.

El primer trofeo de la tarde fue para Andrés Roca Rey, que reaparecía en este coso, donde también arrancó su campaña americana, viéndose solvente, dispuesto y haciendo las cosas con buen gusto. Recibió al tercero con un quite por chicuelinas, ralentizadas, coreadas y aplaudidas. Quitó por tafalleras intercaladas con alguna gaonera, y con la efervescencia de la gente, de muleta hizo las cosas de tal suerte que se vio fácil, realizando un trasteo que tuvo emoción.

El astado, pese a la voluntad de querer seguir el engaño, le costaba acometer, pero el diestro lo entendió, le tomó la distancia y se esforzó, cuajando ayudados con la mano baja, varios con temple pese al molesto aire, y dibujando tres en redondo que le corearon con fuerza. Por el izquierdo la res no era franca y llevaba la cara arriba, pero le robó una estimable tanda por ese lado. Dejó media estocada tendida, se pidió la oreja, pero cuando la tuvo en sus manos, hubo algunas protestas.

Su segundo fue un toro justo de fortaleza, lo que condicionó el juego del animal, reservón por momentos, con el que estuvo esforzado el diestro, dibujando muletazos con calidad con la mano diestra, pero el público estuvo en contra desde que fue picada la res. Hubo otros dos ayudados en redondo en su trasteo pero casi pasaron desapercibidos. Se tiró a matar y enseguida anunció que regalaba un toro, pese a que "técnicamente" (por aquello del reglamento) ya no se podía, pero el juez lo aprobó.

Al toro de regalo lo bregó de salida, y el panorama se presentaba prometedor en el inicio de faena, ya que ejecutó muletazos estatuarios por alto, rematados con un pintado pase del desdén, que le corearon. Metió al toro y dibujó ayudados templados, alargando las embestidas, cayendo un poco el trasteo y abreviando finalmente, dejando media estocada, y una entera. Mal que bien, había ya cortado una oreja, el obsequio no tenía demasiado sentido.

La segunda oreja la cortó Diego Silveti. Bregó al que hizo quinto, un toro abanto de salida, que arrancó de largo al caballo de la querencia, donde le pegó una buena vara Alfredo Ruiz, que además aguantó el encuentro, que fue violento, por lo que se lo reconoció la asistencia. Quitó por saltilleras, que entusiasmaron. Con la muleta estuvo muy dispuesto, iniciando con un comprometido cambiado por la espalda.

El toro parecía que colaboraría un poco más pero vino a menos, tuvo media embestida y salía con la cara arriba. El diestro le buscó y logró cuajarle ayudados con empaque y buen gusto, que tuvieron eco en el público. Epilogó su labor con sanjuaneras, que tuvieron emoción, dejando una estocada tendida con la que tardó en doblar la res, para cortar una oreja.

Con su primero, quitó por gaoneras, que las interpretó con estoicidad. Con la muleta se le vio con reposo, dándole la distancia y el aire a un toro tardo en la acometida, en repetir, y que por momentos rascaba la arena. A base de aguantar y de voluntad, fue sumando los muletazos, finalizando con una tanda de manoletinas, y despachando al animal de media estocada desprendida y golpe con el descabello, yéndose a la barrera bajo algunas palmas luego de haber escuchado un aviso, y pitos al toro en el arrastre.

Fermín Rivera pudo haber cortado un trofeo al que abrió plaza, de no ser por las fallas con el acero. Estuvo muy torero, primero toreando a la verónica, y después en un quite por chicuelinas. De muleta ha deletreado el toreo, haciéndolo despacio, con un impecable gusto, dibujando ayudados con un temple y cadencia antológicos, que caló en el respetable.

También instrumentó una tanda de naturales, a un astado que tuvo una importante fijeza, recorrido y calidad, como si fuera una carretilla, pero también es cierto, como el resto del encierro, vino a menos. Mató de pinchazo y estocada tendida caída, saliendo al tercio a recibir una calurosa ovación, y palmas de igual manera al toro en el arrastre.

Con el cuarto fue otra historia, además de ser un animal terciado, no se empleó nada. Realizó el diestro un quite por navarras, y con la muleta poco pudo hacer frente a esta res con poco contenido y fortaleza justa. Lo lidió y mató de media estocada. Se retiró bajo una fuerte carretada de palmas, y pitos al toro en el arrastre.

Solo quedó una pregunta al aire, de algunos aficionados: ¿Qué pasó esta feria con la Banda Sinfónica del Estado que amenizaba las corridas en ediciones pasadas?

Ficha
Pachuca, Hgo.- Plaza "Vicente Segura". Tercer y último festejo de la Feria de San Francisco. Tres cuartos de entrada en tarde soleada y con intermitentes ráfagas de viento. Cinco toros de Xajay y dos de su hierro filial de Villar del Águila (5o. y 6o.); el 7o. fue de regalo. Correctos de presentación algunos, otros justos y terciado el 4o.; variados de comportamiento, de los que destacó el 1o. por su calidad. Pesos: 490, 480, 500, 480, 510, 490 y 495 kilos. Fermín Rivera (arena y oro): Ovación y palmas. Diego Silveti (palo de rosa y oro): Palmas tras aviso y oreja. Andrés Roca Rey (corinto y oro): Oreja con algunas protestas, palmas y silencio en el de regalo. Incidencias: Destacaron en banderillas Juan Ramón Saldaña, Héctor García y Luis Castañeda, así como el picador Alfredo Ruiz “El Miura”, por la buena vara al 5o. La empresa Casa Toreros realizó un reconocimiento al maestro Eulalio López "Zotoluco" por su brillante trayectoria, y antes del comienzo de la corrida se develó una placa en su honor en los patios de la plaza.


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