Tres historias... y tres triunfos
Andy cortó dos orejas y salió a hombros con Casas y Jerónimo
Tres historias y tres triunfos vimos hoy en la Monumental de Morelos, de Alpuyeca, donde más allá del número de trofeos, pues algunos de éstos fueron concedidos con cierta dosis de benevolencia, hubo pasajes interesantes y destellos que tuvieron su calado.
De entrada, había expectación por ver al rejoneador alicantino Andy Cartagena en la primera parte de su campaña azteca. Por supuesto que es notoria su capacidad como jinete y el talento que posee para entender a los toros, tal y como quedó claro ante su segundo, de Puerta Grande, que fue complicado.
Había que llegarle muy a la cara a este ejemplar y serle paciente. Así lo hizo Cartagena, que lució a lomos de “Humano” y puso al público de pie al avanzar “a dos patas”. Uno de los momentos importantes de su actuación fue la colocación de tres banderillas cortas al violín, así que le fueron concedidas las orejas tras liquidar de manera rotunda.
Su primero, de la misma procedencia, dio un grato juego debido a su nobleza y buen son. Andy lo fue entendiendo y resultó clave pasarlo solamente con un rejón de castigo. Aunque quizá su labor no terminó por rayar al nivel demostrado en su segundo ejemplar, hubo momentos brillantes en la colocación de banderillas, así que perdió un posible trofeo con los aceros.
El sentimiento con el que Jerónimo impregna su tauromaquia no tiene parangón. Cierto es que redondear más sus faenas pudiera ser una asignatura pendiente, pero los detalles que regala son de alto valor debido a lo bien que acompaña las embestidas, poniendo el alma entre el toro y su muleta.
Hoy en Alpuyeca cuajó varios naturalazos ante su primero, de La Soledad, al que le cortó una oreja como premio a esos destellos tan toreros entre los que podemos incluir un agitanado cambio de mano por delante y dos trincherazos que evocaron al Brujo.
Su segundo resultó complicado, debido a la aspereza que desarrolló y el artista poblano no logró confiarse. A la postre varios aficionados le pidieron una oreja, quizá para verlo salir en hombros, trofeo finalmente concedido sin mayor motivo. No obstante, y más allá de esta situación, es refrescante para el espíritu (y renovador para nuestra afición) recordar que el toreo es un sentimiento.
Es notoria la evolución en el toreo del rejoneador capitalino Horacio Casas, que trae muy buena cuadra y busca relanzar su carrera. Cabe señalar que se llevó el mejor lote de la corrida, compuesto por dos toros de Rancho Seco que tuvieron esa mezcla entre bravura y clase, algo que no siempre es fácil de conseguir.
A los dos los llevó bien toreados y, aunque tuvo algunas pasadas en falso, le echó afición para sobreponerse y que sus faenas fueran cada vez a más, haciendo gala de buena monta y dominio de la escena. Al segundo lo mató muy bien y una oreja bien ganada pasó a ser doble premio, pero más allá de lo numérico es interesante el progreso de este caballista.
Ficha
Alpuyeca, Mor.- Monumental de Morelos. Menos de media entrada en tarde calurosa. Dos toros de La Soledad (1o. y 5o.), dos de Puerta Grande (2o. y 4o.) y dos de Rancho Seco (3o. y 6o.), correctos en presentación, y de los que sobresalieron los de Rancho Seco. Jerónimo (malva y oro): Oreja y oreja. El rejoneador Andy Cartagena: Silencio y dos orejas. El rejoneador Horacio Casas: Silencio y dos orejas. Incidencias: El festejo comenzó con 40 minutos de retraso debido al tráfico en la carretera para llegar a la plaza. Tras el paseíllo se rindió un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en los recientes sismos. Jerónimo iba a torear a los toros 1o. y 4o., pero por un error a la hora de desencajonar tuvo que lidiar al 5o. en lugar del 4o., que fueron los de La Soledad. Cartagena lidió 2o. y 4o., mientras que Casas enfrentó a 3o. y 6o. Sobresalieron en la brega Sergio González y Enrique Cartagena.
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