Los hermanos Joselito Adame y Luis David Adame, tras concluir su temporada europea, rivalizaron en una corrida dentro  de un cartel que no tuvo desperdicio alguno, pues se trataba de una combinación netamente de toreros hidrocálidos complementada por Arturo Macías y Arturo Saldívar, quienes lidiaron un encierro de la ganadería de San Isidro, también ubicada en el estado de Aguascalientes. 

Se trató de una corrida extraordinaria por la celebración del 442 aniversario de la fundación de la ciudad de Aguascalientes, además de ser un festejo benéfico, pues lo recaudado en taquillas, será donado a los damnificados que dejó el sismo del pasado 19 de septiembre.

Como carta de presentación, Joselito Adame comenzó realizando lances a la verónica para rematar con una media. Ya con la muleta, el torero le plantó faena a un toro que no era nada fácil, con la mano derecha comenzó poco a poco hacerse del astado que constantemente miraba al torero, pero sin inmutarse, fue haciéndose de él, ligando muletazos que llegaron a los tendidos y la faena fue subiendo de tono, pero el toro se fue a menos, por lo que Joselito tomó la espada para culminar su labor. Luego de un pinchazo, colocó una estocada con efectos fulminantes por lo que la afición solicitó la primera oreja de la tarde.

Ya con su segundo, de nombre “Viva México”, de San Isidro, y a sabiendas que rozaba la salida en hombros, toreo muy despacio con el capote, lances a la verónica a pies juntos, con la muleta, el ejemplar comenzó a irse al terreno de las tablas, donde Joselito le realizó una faena de merito, dejándole la muleta en la muy adelante, nuevamente la faena subió tono, para ese entonces el torero estaba entregado; sin embargo, el toro se vino a menos, y hubo que meterse en los terrenos y aguantarle para exprimir hasta el último muletazo, la suerte suprema fue recibiendo, y el juez le concedió las dos orejas.

Lances a la verónica en el primero de Luis David Adame, con olés que se fueron diluyendo debido a algunas protestas realizadas por un sector del público, cosa que no le inmuto al torero, por el contrario, con la muleta, el toro buscó la querencia en tablas, donde David le plantó faena ligando derechazos largos y templados, pero el gusto le duró poco, pues el toro se paró. Tras una estocada fue ovacionado.

Ya con el cierra plaza, se plantó en los medios para comenzar con un cambiado por la espalda muy justo, ligó tandas con la mano derecha metiendo al publico en su faena, y aunque el toro se vino a menos, David se creció y se metió en los terrenos mientras las notas musicales sonaban desde las alturas, ya cuando finalizaba su labor fue prendido, pero de inmediato regresó a la cara del toro, para dejar una estocada entera que le valdría para cortar dos orejas.

Arturo Macías, con el abre plaza que de “Solidario” solo tuvo el nombre. Al estar ejecutando un quite por chicuelinas fue prendido de fea manera, resultando herido en el cuello, por lo que de inmediato fue trasladado a la enfermería, de la cual salió minutos más tarde para hacerle faena a un toro que no resultó para nada fácil, pero que el torero ha estado muy por encima, exponiendo como es habitual en su toreo, no dejándose nada, todo terminó en dos avisos.

La incógnita de si saldría a matar su segundo se despejó cuando apareció de nueva cuenta en el ruedo, para iniciar con una larga de rodillas, además de un quite ajustado por gaoneras, apenas pegaba la primera tanda por el pitón derecho y de nueva cuenta fue echado a los lomos, pero la casta y raza su hicieron presentes, Macías quería el triunfo, y lo intentó; sin embargo, el toro buscó el terreno de las tablas y fue acortando las embestidas, en ese terreno Macías logró momentos interesantes, pero no estuvo fino con la espada, al final fue ovacionado por la entrega que dio.

El primero de Arturo Saldívar remató en un burladero y se quebró el pitón izquierdo, así que fue sustituido por un ejemplar de Santa Bárbara, al cual no había mucho por hacer.

Con el segundo toro de su lote pudo expresar de mejor manera su toreo, logrando muletazos de gran manufactura, naturales largos, mandando, y gradualmente la faena se fue arriba, el torero se gustaba. Luego el toro comenzó a venirse a menos, y hubo que meterse en los terrenos y aguantar al toro, dándole su aire. Desafortunadamente malogró su trasteo por los fallos con la espada.