El temple y el manejo preciso de la muleta les valió hoy el triunfo en Angra do Heroísmo a los jóvenes diestros españoles Álvaro Lorenzo y Ginés Marín, a lo largo de un festejo mixto en el que ambos hicieron valer el buen momento profesional por el que atraviesan.

Tanto el toledano como el extremeño tuvieron que poner aguante, pulso y paciencia para sacar jugo de unos astados de Falé Filipe de manejable nobleza pero muy justos de raza y de fuerzas. Por ese buen trato acabaron sacándoles muchos y muy buenos muletazos, especialmente al natural.

El primero de Lorenzo comenzó defendiéndose y protestando, solo que el aguante y la suavidad de su lidiador acabaron consiguiendo que embistiera con más celo y entrega en la fase central de la faena, justo hasta que acabó por rajarse.

Más intensidad y vibración hubo en su faena al quinto de la tarde, un fino castaño bociblanco que, sin terminar de humillar, tuvo mayor entereza y duración. En este caso, Lorenzo se gustó especialmente al natural, con un toreo largo y templado, para adornarse finalmente con una extensa serie de luquesinas que provocó la mayor ovación de la tarde.

Ginés Marín se encontró con un primer toro de clase pero muy endeble de manos. Después de cuajarle un buen quite por caleserinas, el torero de Badajoz pudo ligarle una serie redonda con la mano izquierda, de mucho pulso y bella expresión, como fruto de su buena técnica.

También fueron excelentes los naturales que le cuajó al sexto, otro astado con cuajo al que faltó empuje y raza. Marín logró de nuevo sacarle todas las posibles prestaciones para evidenciar por qué ha sido el triunfador de la pasada feria de San Isidro.

En primer y cuarto turnos actuó el cavaleiro Marcos Basntihas, que se enfrentó a dos serios y bravos cuatreños de José Albino Fernandes. El cuajado ejemplar que abrió plaza se arrancó de largo con prontitud a todos los cites del jinete de Elvas, que le esperó con aguante para clavar farpas.

El cuarto, además de bravura, tuvo mucho temple y nobleza, lo que Bastinhas aprovechó en una faena redonda, de mucho más nivel que las de su primera tarde, pues puso más ajuste y vibración en las batidas y alcanzó una gran conexión con el público.

Con este mismo toro se despidió de los ruedos Helenio Melo,  veterano forcado de la Tertulia Tauromáquica Terceirense, después de veinticinco años en activo. Melo se repuso de los golpes de una primera pega fallida, para conseguir parar al toro al segundo intento con temple y gallardía.

Y, tras pasear el anillo en compañía de Bastinhas, aún tuvo que dar una segunda vuelta al ruedo en solitario bajo una sonora y cariñosa ovación como homenaje de sus paisanos.