Bajo una lluvia incesante, el diestro apizaquense José Luis Angelino se alzó como triunfador de la Corrida de la Prensa tras cortarle las dos orejas al cuarto de la tarde mientras sus alternantes recibían el reconocimiento del público.

Desde hace tiempo ha demostrado este torero, que se halla en un  momento de madurez taurina lo que le ha valido triunfos en diversos cosos; hoy ante el cuarto de la tarde un toro alto, bravo bravo y de buen estilo, logró una faena interesante con el mérito de realizarla bajo la lluvia y remató de contundente estocada.

La petición fue inmediata y el juez José Luis Andriano concedió una oreja; sin embargo, la insistencia del público arreció y le entregaron la segunda para pasearlas acompañado de los ganaderos Ignacio, Vicente y Antonio De Haro quienes fueron llamados por el público.

Sin pleno acomodo con el capote inició Alberto Ortega su labor ante el abre plaza, que empezó echando las manos por delante, pero en el transcurso de la lidia fue mejorando de manera que le pudo cuajar serie con mucha torería. Luego lo pinchó y desafortunadamente el toro le echó mano dándole un golpe muy fuerte, doliéndose del tórax y un hombro, fue despedido con palmas.

Mostrando igualmente su experiencia, Uriel Moreno"El Zapata" lanceó al segundo con ritmo, él mismo clavó banderillas con poca precisión dado lo difícil del terreno; sin embargo, logró una faena ligada por ambos lados que mantuvo la atención del público y malogró con el estoque ya que pinchó dos ocasiones; al final le sonaron las palmas.

Cuando estaba por salir el tercero, que correspondió a Jerónimo, arreció la lluvia pero el torero que ya había acordado con sus compañeros echar pa´ lante. Nos deleitó al veroniquear bajo la lluvia sin que ésta menguara la calidad de su toreo. Trasteo con el sello de la casa aunque breve por las condiciones adversas, falló al matar no obstante recorrió el anillo.

A estas alturas de la corrida el ruedo estaba enfangado. Angelino de Arriaga se vio esforzado sin conseguir ligar la faena; cuando decidió entrar a matar el toro echaba la cara abajo y así pasó fatigas con la toledana retirándose en silencio.

En esas condiciones difíciles, Alejandro Lima "El Mojito" echó toda la carne en el asador con el sexto al recibirlo de rodillas en los medios, repitió la suerte en tablas y luego voluntarioso clavó dos pares de banderillas con exposición. Tuvo momentos aceptables con la muleta sobre la mano derecha y tampoco estuvo acertado con los aceros sin embargo escuchó palmas.