Entre la consolidación y la proyección
Sergio Flores cortó una oreja, al igual que Luis David Adame
Los triunfos de este Viernes Santo en Texcoco se suscitaron entre un torero consolidado, como ya lo es Sergio Flores, y otro que cuenta con una gran proyección, Luis David Adame, quienes se llevaron sendas orejas y dejaron positivas sensaciones en el coso "Silverio Pérez".
Sergio Flores atraviesa un momento magnífico que habla de la madurez que ha alcanzado a un lustro de su doctorado, de tal forma que lo ve muy claro delante de la cara de los toros y su expresión artística ha adquirido un fondo muy especial que le hace conectar pronto con los tendidos.
El para nuestro punto de vista indiscutible máximo triunfador de la Temporada Grande de la Plaza México, supo no forzar a un toro de Santa María de Xalpa que tenía clase, aunque no demasiado fuelle, y con parsimonia en sus procedimientos fue construyendo una faena que mantuvo el interés.
Por momentos pudo denotar esa tauromaquia tan mexicana a la hora de correr la mano y, como la estocada fue en estupenda colocación (aunque de efectos lentos), a sus manos fue a parar una oreja más que merecida y que suma el tercer trofeo cosechado en la presente edición de la Feria del Caballo.
Su primero dio escaso juego pues, junto a su falta de fuerza acudía sin ritmo y muy pronto se aplomó. El tlaxcalteca se mantuvo su línea, haciendo el esfuerzo, pero en realidad a muy poco se podía aspirar dadas las descritas circunstancias.
Una oreja le cortó Luis David Adame a su primero, un precioso toro de pinta melocotón (como suelen salir de vez en vez en su encaste Parladé) que contó con una gran calidad y buen fondo de nobleza. El hidrocálido, que es un torero muy joven y sigue avanzando en su proceso formativo, dejó positivas sensaciones desde el quite, en el que citó con el revés del capote en una especie de cordobina para llevarlo toreado una vuelta entera.
La faena contó con pasajes en los que toreó con buen gusto por ambos pitones, extendiendo el trazo y hasta llegar construir redondos. El juez se resistía a mostrar el pañuelo blanco debido a que la estocada fue un tanto defectuosa, pero finalmente concedió un trofeo que algún sector del público protestó.
Delante de su segundo, que careció de fuerza y no dio gran juego, se mostró insistente y consiguió algunos muletazos de buen calado, acortando distancias, para rematar de un buen espadazo. Luis David muestra proyección y en él puede haber un torero importante en la medida en la que se le siga llevando con acierto
El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza tuvo una actuación acorde con su nivel de primera figura del toreo, aunque el mal uso del rejón de muerte le privó de cortarle una oreja a su primero, un toro de Fernando de la Mora que tenía buen son, aunque sin estar sobrado de fuerza, y ante el que destacó toreando a dos pistas.
Ante su segundo, de la misma procedencia y que dio también buen juego, aunque tenía poquita cara, volvió a emocionar a los aficionados en una labor con estructura en la que caló principalmente templando en cercanías, así como en las piruetas. Luego de matar de un efectivo rejón, fue extraño que no hubiera gran petición de oreja e incluso ni siquiera le sacaron al tercio.
La mente del maestro navarro estará puesta en la corrida de mañana en San Miguel de Allende, donde actuará a lado de su hijo, Guillermo Hermoso de Mendoza, que debuta en territorio mexicano, completando cartel el caballista potosino Sebastián Torre.
Ficha
Texcoco, Méx.- Plaza "Silverio Pérez". Tres cuartos de entrada (lleno en tendidos superiores) en tarde agradable y con algunas ráfagas de viento. Dos toros de Fernando de la Mora, para rejones, de buen juego. Cuatro de Santa María de Xalpa para los de a pie, de los cuales dos permitieron lucimiento. Pesos: 475, 480, 475, 490, 520 y 490 kilos. El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza: Palmas en su lote. Sergio Flores: (grana y oro): Silencio y oreja. Luis David Adame: (aguamarina y oro): Oreja con algunas protestas y palmas tras leve petición.
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