Hace un par de meses la fiesta de toros en Tijuana vivía su agonía. Con un desaparecido coso "El Toreo" de Tijuana y con la propuesta por parte de los propietarios de vender la plaza Monumental de Playas, lo que conlleva a que ningún empresario muestre un interés de dar corridas ante la incertidumbre de lo que pasará, los aficionados de la frontera estaban destinados a quedarse sin toros.

Ante esta preocupante situación, surgió un destello de luz; sí, se anunció en la nueva Plaza Caliente un cartel de mucha categoría, lo que llevó a inaugurar una temporada más, la temporada taurina 2017 dentro de la cual la empresa Producciones Busa, encabezada por Alberto Bustamante, apostó fuerte para que la fiesta de los toros en esta ciudad fronterizaretomara un nuevo aire; por lo menos no muriera aún, y que el corazón de la Fiesta siga latiendo. 

Entonces volvió a Tijuana la elegancia del pasodoble, el olor a puro, así como el colorido tan especial que conlleva una corrida de toros cuando hay expectación, y con ello se acabó el largo ayuno taurino de un festejo con rumbo. Así que hubo ambiente para ver este cartel de lujo, compuesto por Enrique Ponce, Alfredo Ríos "El Conde" y Sergio Flores.

El triunfador de la tarde fue Enrique Ponce, que desorejó al toro corrido en cuarto lugar, que fue el ejemplar de Cerro Viejo con más clase del encierro. Se llamó "Tijuano" y pesó 480 kilos.

El valenciano se gustó toreando a la verónica y remató con un par de medias cadenciosas y con un toque especial que solo el valenciano tiene. Quizá el pecado de la faena fue haberle pegado un segundo puyazo que al final le pesó al toro.

Con la muleta dejó ver el buen gusto con el que está toreando; corrió la mano por ambos pitones en sendas series, dejó ver la clase que atesora  y mostró ese toreo de buen gusto y mucha torería como todo lo que hace en el ruedo.

En un momento de mucha confianza, el toro le echó mano y le quitó los pies de suelo, pero no pasó del susto; mató de tres cuartos de acero en muy buen sitio que le mereció las dos orejas.

Su primero, un toro de nombre "Maestro" fue toro infumable, porque desarrolló sentido y se quedaba cortó. De tal forma que no había nada que hacer sino mostrar voluntad y el valenciano lo hizo; se vio un tanto contrariado por el juego del toro y aunque trató de robarle algunos muletazos, la faena no cogió vuelo.

El Conde, que tuvo mucho que ver con la contratación de Ponce, y que éste accediera a matar la corrida de Cerro Viejo, pechó con lo malo del encierro. En suerte le tocaron un par de toros para no recordar: "20 años" y "Rey Midas", que tuvieron la característica sacar genio defensivo. El segundo de ellos lo brindó al popular Piojo Herrera, director técnico del equipo de futbol Xolos.

Ante ello, y con el plan de agradar a los tendidos, Alfredo regaló un séptimo toro, que tenía menor trapío que los del lote titular, así que por fortuna quedó fuera del sorteo y como reserva, y terminó embistiendo.

El Conde anduvo desahogado con el capote y lo banderilleó con su particular estilo y facilidad. Con la muleta el toro tuvo mucho motor y buen recorrido, tuvo su punto de bravura que fue aprovechada por el tapatío. Mató de una estocada delantera y algo caída y se le concedieron las dos orejas como premio al esfuerzo desplegado durante toda la corrida.

Sergio Flores cayó de pie ante la afición de Tijuana. Sin duda, el tlaxcalteca se llevó el lote bueno del encierro y cortó una merecida oreja al corrido en tercer lugar, de nombre "Porra Brava", con el que se gustó toreando por verónicas. Con la muleta estuvo en torero, bien plantado e hizo una faena de estructura, haciendo un buen planteamiento y desarrollando mucho en la cara del toro. El toro tuvo calidad y emotividad en sus embestidas.

Sergio dejó ver sus buenas maneras al torear por el pitón derecho. Mató de una entera en buen sitio y se le concedió una oreja. Con se segundo, "Bienvenido", que fue el toro más bravo de la corrida, Sergio se plantó con firmeza sobre la arena y volvió a demostrar que piensa en la cara de los toros y que torea con una base importante de técnica. Tuvo momentos de mucha calidad por ambos pitones y su actuación convención a la gente. Por desgracia no estuvo fino con la espada y todo quedó en palmas.

Al final de la tarde, la gente salió contenta de la plaza y comentando las incidencias de volver a tener toros en Tijuana, donde esperemos que las cosas se hagan con esmero y sentido taurino para que la Fiesta resurja y siga hacia adelante. Hoy se ha dado un paso muy significativo en dicho sentido.