Templada y larga, fiel a su expresión, fue la convivencia del matador aguascalentense Juan Pablo Sánchez con la membresía en pleno de la activa peña tapatía "Mal de Montera" 

Temas como las circunstancias de su alternativa francesa y su percepción acerca del público de la plaza "Nuevo Progreso", inquirieron en detalles que a los peñistas –como a todos– les llama la atención en Juan Pablo, como su costumbre de botar las zapatillas cuando torea.

"Es que, cuando me siento a gusto con un toro, me fascina tener ese contacto adicional con la arena. Que quede claro, no me estorban; simplemente es algo que para relajarme aún más, pues me encanta", expresó.

Otra pregunta –entre muchas más– fue el punto de, ese… "arqueo”del codo" al torear de muleta. “Si les dijera que no me doy cuenta, quizá no me crean; pero así es”. Incluso, lo confirmó Ricardo García "Caminito", presente en la charla: "Es algo natural en él. Nosotros ensayamos, mañana y tarde, todos los días y cuando se relaja, inmediatamente se le arque el bracito”.

Otro detalle que les gusta a los socios es el temple proverbial del de Aguascalientes: "Desde que empecé a torear de salón, y luego frente a los diferentes tipos de ejemplares, lo tuve. Para nada me es extraño. Es parte de mí".

A la cena suculenta le siguieron los regalos, autógrafos, la firma del libro de visitantes y el póster que se imprime para cada invitado. Y –claro– posar con todos los que se lo pidieron. La hemos pasado muy bien con el triunfador absoluto del carnaval 2016 de Autlán.