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Sustos y manos vacías en el Coliseo Yucatán

Domingo, 19 Mar 2017    Mérida, Yuc.    Juan Álvarez | Foto: Tadeo Alcina          
Pablo Hermoso sigue su gira a lo largo y ancho de nuestro país

El cerrojazo taurino en Mérida con la corrida fuera de abono en El Coliseo Yucatán se saldó con buen buenas actuaciones tras lo hecho por la terna anunciada, aunque al final predominó en la memoria los grandes sustos a Pablo Hermoso de Mendoza que cerca estuvo de un grave percance y el de Ignacio Garibay, que también se llevó fea voltereta, tarde en la que se debe destacar los bonos al alza del tlaxcalteca Sergio Flores.

Y es que si la tarde culminó sin hacer número en cuanto a corte de trofeos fue por las fallas con la espada de los coletas colgados del cartel, sorprendentemente ante una pobrísima entrada.

El primero en el orden fue el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, quien decíamos pasó gran susto. El pasaje sobrevino al querer sacar a su primer toro de tablas. Prácticamente se le acabó el ruedo y cuando alzó la cara era porque ya estaba atorado con todo y su cabalgadura en la tronera de un burladero.

Momentos de drama con el caballo atrapado entre el toro y las tablas, lo que obligó al estellés a literalmente tirarse de cabeza al callejón resultando con fuerte golpe en la oreja derecha; en tanto su caballo "Dalí"  con ligeros rayones en el anca derecha. Un milagro no tener que reseñar una desgracia.

Instantes antes, el toro apenas y le había permitido lucirse en un par de banderillas, viniéndose a menos. Por si fuera poco, lo pinchó en siete ocasiones.

Con su segundo, ya repuesto del sinsabor y frente a un buen toro de Fernando de la Mora, terminó por cuajar una buena faena. Rodó a dos pistas con su jaca estrella "Disparate", toreando de costado recorriendo casi toda la circunferencia ante las acometidas del burel.

También se dio tiempo de la "hermosina" suerte de su creación en la que recorre el ruedo toreando de costado mientras intercala la grupa de su cabalgadura, meciendola de izquierda a derecha. De un lado al otro, siempre con la embestida del toro cosida a su cabalgadura El auténtico toreo a caballo.

Ignacio Garibay anduvo entonado toda la tarde. Con su primero, un toro de cabeza suelta y que además punteaba inició con toreros doblones, enseñándole el camino, para dar paso a una labor sobrada de técnica. Muy resuelto el torero, arrancando meritorios muletazos con la sarga en la derecha. Una pena lo de la espada.

Con su segundo, un toro tobillero, pronto, que se revolvía en un palmo y trajo a maltraer a las cuadrillas, no le perdonó la voltereta al coleta. Y surgió entonces el oficio de Garibay, que dio paso a una faena estructurada, de mano baja sometiendo a su enemigo al que terminó por meter en la canasta. No obstante, el toro mantuvo su condición, sabiendo lo que se dejaba atrás, por lo que de subido mérito lo hecho por el torero que para mala suerte erro de nueva cuenta con la toledana.

Sergio Flores salió a justificarse con su primero, un toro pronto, que se comía los capotes de las cuadrillas poniéndolos en aprietos y con el que el tlaxcalteca le plantó cara. Faena plena de entrega con el morito viniéndose a menos, blandeando de manos y con la cabeza a media altura y con el que nunca se desanimó. Alegría juvenil que da personalidad a su fresca tauromaquia. Estocada en sitio y varios descabellos.

Y con el que cerró plaza, otra faena plena de toreo alegre, trazo largo y mano baja, dándose tiempo para improvisaciones en la cara. Es Sergio Flores una realidad que no debe de aflojar el acelerador, que tiene madera para figurar. Una lástima que en las postrimerías se haya puesto a tono con el tema de la espada

Ficha

Mérida, Yuc.- Coliseo Yucatán. Poco menos de media entrada (unos 4 mil 500 aficionados) en tarde de buen ambiente. Toros de Fernando de la Mora (1o. y 4o.), para rejones, manejables. Cuatro de El Vergel, para la lidia a pie, deslucidos. Pesos: 518, 485, 470, 560, 470 y 500 kilos. El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza: Palmas en su lote. Ignacio Garibay (corinto y oro): Palmas en su lote. Sergio Flores (gris perla y oro): Palmas en su lote. Incidencias: El primero toro de Pablo lo entablero contra la barrera y a punto estuvo de provocar un serio percance, pero todo quedó en un susto.



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