El rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza rayó a gran altura la noche de este viernes en la Plaza Cancún, en Quintana Roo, y se encontró con un muy buen toro de Marrón al que a la postre le fue concedido el indulto a petición popular, en tanto que Michelito paseó una oreja.
Siempre son polémicos los indultos, ni duda cabe, pero más allá de ello hay que apuntar que la lidia de este toro resultó vibrante y Pablo literalmente hizo lo que quiso. Expuso al dejarse llegar cerca los pitones de este ejemplar, gordito y bello de hechuras, y lo templó magníficamente de costado.
No podían faltar las hermosinas y hasta quiebros por parte del maestro, que disfrutó enormemente al igual que el ganadero Pepe Marrón, que estuvo presente en esta corrida. Buena pega al segundo intento por parte de los Forcados Mexicanos y a la postre el toro volvió a los corrales en son de triunfo.
El segundo que le correspondió no contó con la misma calidad que el anterior, pero poquito a poco fue Pablo haciéndose de él y le sacó partido pues tenía su fondo, haciendo piruetas llegándole a la distancia exacta con base en su maestría. Tras un rejón de muerte un tanto trasero, el juez le otorgó una oreja.
El primero de la noche fue para Michelito, un toro que si bien es cierto tuvo nobleza, careció de transmisión debido a su debilidad. El joven espada yucateco lo cuidó siempre, toreándolo a media altura y de esta manera logró momentos interesantes, sobre todo por derecha. Tras una estocada caída y aviso, fue aplaudido.
Su segundo fue un toro enrazado que peleó bien con el caballo y los lances a la verónica tuvieron sabor. El ejemplar se revolvía muy en corto y por derechazos lo toreó de buena manera, aunque sin terminar de conectar del todo con el tendido. Por el izquierdo el de Marrón no mantenía la misma condición, así que el torero siguió por el sendero derechista.
Realizó Michelito algunos desplantes y toreó de rodillas para conseguir conectar más con el público y lo logró, así que tras una estocada desprendida y un descabello le fue concedida una oreja.
El final de esta corrida nocturna fue con la salida por volandas de Pablo Hermoso de Mendoza, que de nueva cuenta volvió a conquistar al público de Cancún con base en su maestría y buen toreo a caballo.