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¡Tlaxcala tiene un torero!

Domingo, 19 Feb 2017    Ciudad de México    De Labra | Foto: Hidalgo           
Sergio Flores cortó dos orejas y entusiasmó al público de La México
El gran triunfo que obtuvo Sergio Flores el día de hoy en la Plaza México es sinónimo de entrega y sacrificio. Y una vez más, demostró que tiene hambre de ser alguien en esto del toro. Así lo avala su consistente paso por este coso. Ahora sí, Tlaxcala puede jactarse de tener un torero importante, que le llega a la gente y tiene proyección de futuro.

Ya desde el ajustado quite por chicuelinas al primer toro de Joselito Adame, Flores marcó el rumbo de lo que iba a ser su actuación. Y si con el burraco tercero sólo bosquejó detalles y lo tumbó de una valiente estocada, en el sexto, manso y noble, estuvo muy inteligente para cuajarlo.

Las buenas verónica del recibo, las inesperadas vizcaínas del quite (versión sin movimiento de la tapatía), y luego el inicio de faena con un vistoso péndulo, tuvieron ese fluir constante de sentimiento e improvisación que fue lo que más entusiasmó al público, que también se entregó a la par que el tlaxcalteca.

Con el toro huyendo hacia tablas, Sergio hasta se dio el gusto de hacer una interpretación de la poncina -¿quién lo iba a decir?- y todo le fue saliendo con facilidad, demostrando que el toreo es comprender al condición del toreo y acoplarse en cada instante de la lidia.

Las "medias" arrucinas, el toreo por dosantinas y demás adornos, constituyeron la parte medular de una faena de esas en que el torero va ganando la simpatía de la gente hasta hacerla explotar de emoción, y sin predisponerse por aquellas incómodas ráfagas de viento que molestaron toda la tarde.

A la hora de perfilarse para entrar a matar, no lo pensó dos veces. Sabía que en la punta de la espada tenía la puerta grande, así que se fue detrás del acero con rectitud y colocó una buena estocada de la que el toro tardó en doblar. No obstante, la alegría del público no decayó y así fueron a parar a sus manos esas dos orejas con las que abrochó un significativo triunfo. Se lo merece. Ha luchado mucho.

A ver si ahora las empresas le abren más huecos en esos carteles de las grandes ferias donde parece ser que sólo torean los cinco o seis privilegiados, muchos de ellos sin haber acumulado en últimas fechas los triunfos tan firmes como los que ha cosechado el tlaxcalteca.

¿Qué hubiera sido de la entrada si la empresa hubiera puesto a otro triunfador, cómo se había anunciado en un principio? Seguramente la plaza se hubiera visto casi llena. De cualquier manera, esta tarde se registró la mejor entrada del ciclo, con buen ambiente en los tendidos y ese público diverso -que hay que consentir- que acude a ver a Pablo Hermoso, que hoy malogró la faena de recursos que se inventó delante del cuarto toro, al que hizo cosas que cautivaron al público como fueron las increíbles "hermosinas" (¿o "gamerinas"?) de impresionante ceñimiento y verdad, montando a "Disparate".

Ahí detonó el entusiasmo de Pablo y de su legión de seguidores, que enloquecieron con ese temple prodigioso y esa doma de oro en la que el navarro se convierte en un auténtico centauro.

Tanto a este toro como al primero no lo pudo matar con eficacia, y quizá sea una de las tardes más erráticas que ha tenido en La México con el rejón de muerte, algo que no le cayó bien a un amplio sector del público que se lo recriminó sin cortapisa. Parece que se echa en falta al inolvidable "Pirata", aquel acompasado tordo que le dejaba meterse muy bien en los terrenos de matar. Ahora, utilizó a "Cayena" en ambas ocasiones, un anglo árabe de preciosa lámina pero con el que no fue eficaz al firmar la faena.

El toro que abrió plaza -también de Los Encinos- dio buen juego y Pablo lo toreó con aseo. Hubo pasajes de buen toreo, pero sin demasiada entrega, quizá desacostumbrado a tener de su parte la absoluta concentración de un público que sigue todavía fuera del ritmo inicial de la corrida.

La primera faena de Joselito Adame no fue valorada en su justa medida. El hidrocálido le plantó cara gallardamente al colorado -alto y largo- que se lidió como primero de la lidia a pie. Ese toro de Jaral de Peñas dio un juego atractivo para el aficionado entendido, ya que mantuvo un mismo comportamiento complicado, violento, pero siempre fue muy definido.

Anunció que no iba a ser fácil por el pitón izquierdo desde el capote, y luego exigió mucho en la muleta, ya que sabía lo que dejaba atrás. Joselito lo sometió con autoridad en una faena recia, en la que el toro lo hizo pensar y estar sumamente alerta, y eso, hoy día, tiene un valor añadido para el espectáculo en medio de tanta sosería que luego sale por la puerta de toriles.

Una estocada defectuosa, de la que el toro tardó en doblar, enfrió los ánimos de aquellos que sí habían seguido con interés los acontecimientos de un torero que debía secundar el triunfo de la encerrona para seguir marcando una distancia con el resto de sus compañeros.

Pero lejos de suceder eso, en el quinto, no anduvo a gusto, y se le notó un tanto desangelado, sin ánimo de sobreponerse a un toro deslucido no aportaba emoción alguna. ¿Cabía el regalo de un sobrero? Posiblemente, sobre todo en una tarde en la que era importante mantener el caché, y más aún cuando estaba cantado que Sergio se iba a ir por delante.

Vamos a ver ahora cómo discurre la Temporada Grande con esos otros carteles en los que toreros con experiencia y madurez, como los que están anunciados el próximo domingo, se pueden apreciar otros estilos de interpretar el toreo. Ignacio Garibay, Fermín Rivera y Arturo Macías tienen la palabra con los toros de La Estancia. Esperemos que tengan suerte.

Ficha
Ciudad de México.- Plaza México. Decimosexta corrida de la Temporada Grande. Más de dos tercios de entrada (unas 30 mil personas) en tarde soleada, con intermitentes ráfagas de viento. Dos toros de Los Encinos para rejones (1o. y 4o.), y cuatro de Jaral de Peñas, bien presentados, de juego desigual, de los que destacó el 1o. por su nobleza. Pesos: 541, 546, 552, 531, 545 y 515 kilos. Pablo Hermoso de Mendoza: División y palmas. Joselito Adame (granate y azabache): Silencio y pitos. Sergio Flores (grana y oro): Ovación tras ligera petición y dos orejas. Incidencias: Al finalizar el paseíllo, el grupo taurino "Por amor al arte" entregó un reconocimiento a Joselito Adame como triunfador de la temporada 2016. El 1o. toro apareció en la arena con un retraso de 18 minutos. Rafael Romero clavó buenos pares de banderillas.


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