Los socios de "Mal de Montera" celebraron los primeros 28 años de la fundación de la organización que desde sus orígenes se ha distinguido por apoyar de manera muy comprometida a la fiesta brava, intentando poner en alto los valores que ésta genera y defendiéndola de sus detractores.

La celebración del acontecimiento tuvo lugar con una cena que se sirvió en las instalaciones de su casa sede, ubicada en el tradicional barrio del Santuario, en Guadalajara, en donde semanalmente los asociados se reúnen para comentar los últimos acontecimientos de la fiesta brava y para tratar diversos temas que les permiten acrecentar el conocimiento del amplio y complejo mundo taurino y la cultura que genera.

La reunión dio inicio con un emotivo mensaje de Luis Enrique Naranjo, quien es presidente de la organización, y enseguida Francisco Javier Sierra Moreno, secretario de la Peña Taurina, dio lectura a un fragmento de los estatutos en donde se establecen los principios que persigue esta agrupación de taurinos.

Se entregaron reconocimientos a Alfonso Becerra Llauger, Alfredo Cruz Ornelas, Manuel del Río Méndez, Alfredo Gutiérrez Argüelles, Alberto Márquez Luna, Miguel Ángel Martínez Hernández y Gerardo Vaca Ortega, por ser los socios fundadores que durante 28 años no han claudicado en el empeño de promover, conservar, difundir y defender a la fiesta brava.

En seguida se hizo un brindis por el futuro de la tauromaquia y de la Peña Taurina, para que continúe con el mismo entusiasmo luchando por defender y difundir los valores que genera la fiesta brava.

A la cena asistieron todos sus asociados quienes departieron amablemente en un ambiente de cordialidad y fraternidad. Durante la reunión fue imposible que no se evocaran los momentos agradables y anécdotas simpáticas de sus socios y que se recordaran los nombres de algunos renombrados taurinos que han pertenecido a la peña, algunos de los cuales ya fallecieron.

Se sirvió la cena preparada por Ernesto Pérez y su señora esposa y se partió un pastel preparado por Olga Villalobos, todos ellos socios de la peña desde hace tiempo. La amena charla y los brindis se prolongaron hasta muy entrada la noche