A principios del siglo pasado surgió una clase de toreo cómico que rayaba en lo grotesco y burdo, que sin embargo fue del agrado de las familias enteras que llegaron a adoptarlo como una parte más del toreo, este dirigido principalmente a los menores.

Además de toreo cómico, se les llamó también "charlotadas" o toreo bufo, surgiendo de inmediato grupos de animación en diferentes partes del mundo taurino.

La bibliografía taurina nos remite a que la primera función de este tipo fue ideada por el empresario Eduardo Pagés y que tuvo lugar el 8 de mayo de 1916 en la plaza de Las Arenas, de Barcelona.

En esta actuó como único personaje el torero cómico Carmelo Tusquellas, parodiando en el ruedo ante las reses, en su vestido y actitudes, al actor de cine Charles Chaplin o "Charlot".

Tal fue el éxito de esta función que el empresario formó y contrato a la más famosa terna para espectáculo cómico-taurino que haya existido y que estuvo compuesta por Carmelo Tusquellas "Charlot", Rafael Detrús y José Colomer "Llapisera y su Botones", que crearon algunas suertes que pasarían más tarde a consagrarse en el toreo serio.

En Monterrey, México, hubo un grupo de ex novilleros y algunos aficionados, que formaron varios grupos que recorrieron la república con mucho éxito.

Cuenta Pedro de la Serna, ex novillero y quien fue director de varios grupos de charlots, que antes la gente iba con gusto y a divertirse viendo una función de toreo cómico, que incluso en la parte seria del espectáculo daban oportunidades a aspirantes a novilleros.

"El primer grupo que dirigí fue la llamada "Cuadrilla los Monstruos del Toreo", allá por 1952 y participaban Juan Pineda "El Macero", picador de aquel entonces y que actuaba como torero cómico, Jesús Guerra "Guerrita", que fue subalterno, así como Rodolfo de la Cruz, Esteban Moreno, José "El Chato" Ibarra, Salvador Menín y Roberto Brondo, que es un actor".

Brondo interpretaba a "Frankenstein", Guerra era "El Diablo", De la Cruz era "La Muerte", Pineda personificaba a "La Bruja", Moreno a "La Momia" y si alguien faltaba por alguna razón, De la Serna entraba al quite.

“Otro grupo que hicimos fue el de "Memín Pinguín y su pandilla", emulando a los personajes de aquella historieta cómica color sepia.

Otra vez Juan Pineda era "Mamá Linda", Salvador Melín era "Memín Pinguín", el que luego fue matador de toros, Roberto Martín, cuando niño, interpretó a "Carlangas" y otro que fue novillero César Javier Villarreal quien después fue apoderado del entonces novillero Arturo Mansur, interpretaba a "Ricardín".

Una tercera cuadrilla de toreros bufos que recorría el país era la de "Batman y Robin", en la que Pineda era Batman, Adolfo Mata "El Españita", mozo de espadas del matador Roberto Ortiz "El Fotógrafo", interpretaba a "El Guasón" y una aficionada llamada Vilma, era "Gatúbela".

"Todos esos personajes participaban en esas diferentes cuadrillas aquí en Monterrey", dijo De La Serna.

Cuenta la historia que el matador Américo Garza "Romerita" también participó alguna vez como charlot en un festejo vestido de "Charrinflas", imitando a Cantinflas, en un espectáculo que manejaba don Paco Aparicio, padre de la matadora Juanita Aparicio, entre los años de 1952 y 1953.

En ese grupo de toreros cómicos, el "Chato" Ibarra actuaba con el seudónimo de "Doña Bárbara", y Salvador Melín era un rejoneador en bicicleta y lo hacía muy bien y se anunciaba como "Simón de la Viga" en alusión al gran maestro portugués Simao da Veiga.

Se sabe también que don Evaristo "Tito" Osuna, un hombre muy respetado y fundador de la que hoy se conoce como Peña taurina" El Toreo de Monterrey", participó en una charlotada en antiguo Toreo de la Ciudad de México, con el nombre de "La Señorita Rataplán".

"Pero de pronto ya dejó de haber cuadrillas de toreros cómicos, se desaparecieron a partir de los años 70 y ya nadie quiso vestirse de Charlot. La gente iba a ver esos toreros cómicos, claro, toreaban novillos chicos y arreglados, pero se divertía mucho el público, banderilleaban hasta en mecedora y hacían un montón de trucos muy divertidos", expresó de la Serna.

Con el tiempo llegó a México el espectáculo español de Pablo Celis Cuevas, encargado del mítico grupo El Bombero Torero y sus Enanitos que existió hasta mediados de 2017. 

En México a la par surgió el grupo de los Enanitos Toreros de Torreón, que todavía de vez en cuando hacen la diversión de chicos y grandes.