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La vitalidad plástica de Ruano Llopis

Viernes, 20 Mar 2020    Morelia, Mich.    Quetzal Rodríguez | Infografía: LM   
"…Pintor de los episodios llenos de vitalidad y realismo…"
Carlos Ruano Llopis es el nombre que tantas veces brilló al pie de los carteles y dibujos de toros, un artista que supo crearse una vigorosa personalidad, especializándose en el tema de la Fiesta Española, que estudió en la valenciana academia de San Carlos y se dedicó de manera fervorosa al conocimiento de escuelas y personalidades.

Dibujante y pintor al mismo tiempo, puso al servicio del tema taurino su rigurosa formación académica, plasmada a un arte donde se fundían el nervio y el color, la gracia rápida del dibujo y la decorativa belleza de la plástica, que sintió sobre sí mismo, la imperiosa llamada de su propia tierra tan vasta de tradiciones artísticas.

El cuadro y el cartel popularizaron su firma, allí sus cuadros famosos como: "La primera tarde", "Un toro bravo" o las "Víctimas de la Fiesta", en suma a la cantidad de momentos  y suertes taurinas captados por su paleta, apuntes con una gracia nerviosa a la vez viva e impresionista, conjuntos de luz y color, asimilados de manera magistral por el artista levantino.

No obstante, al hablar de la evolución de su obra, rompe con lo impersonal y episódico para personalizar al torero, como una figura de máxima actualidad, cargada de toda la fuerza de la emoción, en suma a que la perspectiva se trueca hacia un primer plano, donde los términos ambientales serán un complemento necesario para la comprensión de la escena.

Ruano Llopis es el pintor de los episodios llenos de vitalidad y realismo, captados al natural en su mayoría dentro de la misma plaza, que luego trasladará al lienzo, proporcionándoles su particular vigor y pujanza tan características de su trabajo conjunto.

El impresionismo, la moderna tendencia, exigía rapidez y movimiento y expresión en pocas líneas, entonces surgieron los apuntes a pluma, los asuntos Goyescos de Ricardo Marín, quien había de dar la alternativa a los pintores Roberto Domingo y Carlos Ruano Llopis, con los que se llenó toda una época dentro del arte español.

El catálogo del alicantinto suena interminable, y fue, precisamente en México, donde validó su prestigio y su firma la cual se extendió de manera pronta por el mundo del arte, donde cuadros de su última época asombran porque unas simples pinceladas causaban efectos insospechados, sin duda, uno de los mejores pintores dedicados a glosar, plásticamente, las distintas manifestaciones de la Fiesta.

Bibliografía:

Medina de la Serna, Daniel. "El arte de Carlos Ruano Llopis". Editorial Limusa. Ciudad de México, 1993.


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