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Cine taurino: "Yo he visto la muerte"

Viernes, 19 Jul 2019    Morelia, Mich.    Quetzal Rodríguez | Infografía: LM   
"...Cuatro series en la cual cada uno de los protagonistas explica..."
"Yo he visto la muerte" es una pieza que dirigió José María Forqué en el año 1965, obra que se divide en cuatro series en la cual cada uno de los protagonistas explica alguna situación particular dentro del planeta de los toros, Antonio Bienvenida con su cornada grave en el cuello, Álvaro Domecq con la muerte de su yegua "Espléndida", Andrés Vázquez y sus andanzas por las capeas y Luis Miguel Dominguín que recrea la muerte de Manolete en un teatro de feria.

Abre la escena Luis Miguel Dominguín en compañía de su hija Paola, explicando que aunque se encuentra en el retiro, continúa sintiéndose torero, a su vez que presenta esta obra así como sus cuatro piezas que la conforman, puesto que, –así lo refiere– : !Contrario del cine o del teatro, en el ruedo se muere de verdad".

"Blanco y Oro" será el primer capítulo donde Antonio Bienvenida se presenta en primera persona: "Estoy casado, tengo cuatro hijos, 24 años de matador y 27 cornadas", además menciona que es hijo y hermano de toreros  y como a pesar de ello se encentra en el mundo taurino por vocación verdadera.

Se muestran imágenes de la impresionante cornada al torero, en tanto cuando su hermano Pepe intenta convencerle de que deje de torear, Antonio será por demás tajante: "Ahora no me puedo ir de los toros, una cornada no me puede echar, necesito terminar ese muletazo que empecé con el mismo traje blanco y oro", ahí pues regresará al ruedo tiempo después para triunfar contra el toro, contra el público y contra el miedo.

Álvaro Domecq protagoniza el segundo capítulo titulado: "Espléndida", esta jaca que parió a varios de los mejores caballos de esta casa, a quienes Domecq los refiere como un linaje de familia aristocrática. Después de una tarde de toros en la plaza de Las Ventas, el rejoneador regresa a su finca y salva a la yegua de ser sacrificada, que muestra un instante conmovedor sobre la vida de esta emblemática montura.

"La Capea" será donde Andrés Vázquez explique la dureza en la vida de los maletillas, mediante aquellos recorridos de pueblo en pueblo en busca de una oportunidad, con la ilusión de dar unos capotazos a un toro o a una vaca vieja, donde a golpes y cornadas se aprendían las lecciones más duras y filosóficas del torero.

Les llega la oportunidad, allí estará Vázquez (apodado el Nono), en compañía de El Velas y Manolo, los mozos quieren emborrachar a los toreros, El Nono se libra argumentando que si bebe no podrá cantar flamenco, no les darán de comer pero a base de labia y engaños Vázquez conseguirá robar una gran pieza de queso.

Todos conocerán la mala fama de la "Obelisca" una vaca toreada que coge de gravedad al Velas que morirá no sin antes confesar lo del robo del queso, a cambio de pedir a Vázquez que cuando sea matador de toros le bride un ejemplar, situación que finalmente acabará por cumplirse cuando Vázquez brinda un toro en la plaza de Madrid: "Para El Velas y todos mis amigos que murieron en las capeas".

El último capítulo será un homenaje a Manolete, donde Luis Miguel Dominguín visita una feria y en particular el circo Atlas, donde visita la atracción: "La tragedia del toreo" que recrea la muerte de Manolete en la plaza de Linares, le pide disculpas por no llegar pronto para hacer el quite, le recordará al mítico cordobés que eran rivales en el ruedo pero amigos fuera de la plaza.

El feriante explica a Luis Miguel sobre el entierro multitudinario de Manolete, el merolico acaso se sorprende por el rostro conocido del torero madrileño: "Sí, así es. Me llamo Luis Miguel Dominguín. Toreaba con Manolete aquella tarde".

Bibliografía: 

Feiner Muriel. "Los toros en el cine". Alianza Editorial. Madrid. 2004.


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