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Luis David indulta un toro en Guadalajara

Domingo, 12 Nov 2017    Guadalajara, Jal.    Felipe Aceves | Foto: Archivo          
Durante la corrida en homenaje a Miguel Espinosa "Armillita"
El inmejorable clima de esta tarde en Guadalajara, se convirtió en profundamente nostálgico debido, primero, al minuto de silencio guardado en honor del diestro de Aguascalientes, Miguel Espinosa "Armillita Chico", para que, concluido el paseíllo, el Gerente operativo de la Nuevo Progreso, Jorge López de los Reyes diera lectura en el centro del ruedo, a una emotiva semblanza del diestro aguascalentense que mereció la primera gran ovación de la tarde.

Al concluir el sorteo al mediodía, Jorge, por iniciativa de la Peña Taurina “Mal de Montera”, acompañado por el director operativo de Espectáculos Taurinos de México, el matador Mariano del Olmo, develaron una placa alusiva a los 50 años de nuestra plaza.

En lo taurino, Luis David Adame cosechó su primer gran triunfo en esta plaza, al indultar un extraordinario toro del hierro de Villa Carmela, propiedad de don Eduardo Arenas Barroso. Lidiado en el sitio tercero, desde saltar al ruedo, por sus hechuras mexicanas, su pelaje cárdeno y las primeras embestidas al percal del torero de la tierra de la gente buena, "Maestro" enseñó sus bondades. Fijo, noble, humillado, con bravura y emotividad; pero que requería una muleta tersa, y al mismo tiempo, mandona.

Desde los primeros lances, así como en el vistoso quite combinado por tafalleras, caleserinas, gaonera y remate de revolera, Adame lo entendió. Por el derecho, no tenía un gran recorrido al inicio de la faena de muleta, pero con aguante, Luis David le dejó la zarga en la cara al concluir cada pase y a base de dominio marcó al de Villa Carmela, cuál debía ser el recorrido. Hubo uno de pecho para cerrar la serie con sabrosísima lentitud.

Una de las series de mejor acabado por naturales fue una que remató con un molinete y uno de pecho sin solución de continuidad. La plaza, por supuesto, entregada de pie al joven espada. Un par de dosantinas, la última fue con un despacioso cambio de mano para pintura. Cuando se perfiló a matar, asomaron los pañuelos blancos en el tendido.

Siguió entonces Adame con una serie por naturales con la izquierda. Se perfiló de nuevo, y la plaza se volvió un clamor. Ahora vino una dosantina, con otro cambio de mano, que terminó por convencer al juez don Arnulfo Martínez, quien blandió el pañuelo verde. La vuelta al ruedo del espada, acompañado por los ganaderos fue soberbia.

El segundo de su lote, claramente de encaste español, no dio mayores posibilidades. Inició con una larga afarolada de hinojos, de pie siguió por mandiles y un torero recorte; pero el pupilo del Sr. Arenas no tuvo las mejores condiciones.

El quite por “zapopinas” rematado con la media y un desplante fue muy celebrado. Incluso, el inicio pendular de la faena de muleta y los intentos por entenderse con "Izquierda de Oro" no fueron suficientes para el remate del triunfo que todos deseábamos. Trató de matar en la suerte de recibir, pero topó en hueso.

Ginés Marín estuvo muy entregado en su lote, aunque, dicho sea de paso, no se pudo acoplar al ritmo lento del segundo de su lote, por lo que abrevió –otro de encaste mexicano. Con "Gran Amigo", lidiado en segundo sitio, el de Badajoz dio muestra del buen momento por el que pasa. Lances de recibo para meter en vereda al toro, al que siguieron lances a pies juntos en el centro del ruedo.

Para el quite, se colocó el capote a la espalda, para aguantar al toro que se la pensó una eternidad y jugar los brazos en gaoneras bien toreadas. Con la franela empezó con ayudados por alto, a los que le siguieron series por derecha acompañadas por la música y profundos oles del tendido.

Al toro le faltaba un buen punto de emotividad; pero el hispano acortó los terrenos y le dejó la muleta en el hocico para conseguir ligar naturales de frente. Concluyó su trasteo con dosantinas que gustaron a la parroquia. Montó el espada y se fue tras ella con entrega y convicción, para sepultar una entera. Vino enseguida una fuerte petición, pero el palco no concedió el auricular. A cambio, el público le llamó a dar una vuelta al ruedo más que merecida.

A Pablo Hermoso de Mendoza las cosas le rodaron nada, pero nada bien. Por deseos, buen toreo a caballo, cercanía y entrega del torero, no quedó. Pero el primero de su lote, que saltó al ruedo con alegría, pronto se paró. Y el otro de Marrón, se comportó peor. Más certeros, aunque no bien colocados los rejones de muerte, le hicieron pasar una tarde con poquísima fortuna

Ficha
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Cuarta y última corrida de la primera parte de la temporada 2017-2018. Tres cuartos de entrada en tarde espléndida. Dos toros de Marrón para rejones (1o. y 4o.) y cuatro de Villa Carmela, de los que destacó el 3o., que fue indultado. Se llama "Maestro", número 93, negro entrepelado, bragado corrido, con 530 kilos. Pesos: 535, 495, 530, 520, 535, 540. El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza: Silencio y pitos. Ginés Marín (burdeos y oro): Vuelta tras petición y silencio. Luis David Adame (verde manzana y oro): Vuelta tras indulto y silencio. Incidencias: Los toros fueron bautizados con nombres alusivos a Miguel Espinosa "Armillita", al que se le rindió un homenaje póstumo mediante la lectura de una emotiva semblanza, que estuvo a cargo de Jorge López de los Reyes. Por iniciativa de la peña "Mal de Montera", durante el sorteo se develó un mosaico para recordar el 50 aniversario de la plaza, que se cumplió el pasado 4 de febrero. Adame dio una vuelta al ruedo con el ganadero de Villa Carmela.


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